La radiactividad alcanzó en Italia un nivel 100 veces superior al normal

Los datos publicados en Italia sobre la repercusión de la nube radiactiva provocada por la catástrofe en la central nuclear de Chernobil, en la Unión Soviética, fueron "mal interpretados" y el nivel de radiaciones era, en realidad, 100 veces superior a lo normal. Esta revelación, difundida ayer por la Prensa, ha hecho aumentar la psicosis nuclear. Mientras, la Comunidad Europea ha prohibido a Italia exportar a Europa verduras y leche.

Según informó ayer la Prensa italiana con grandes titulares, el aumento real de la radiactividad durante los días en que la nube provocada por el accidente de la central soviética pasó por este país fue 100 veces superior al nivel normal, ya que los datos de los científicos, aunque eran correctos, habían sido mal interpretados. De ahí, que la Comunidad Europea (CE) haya prohibido la exportación de verduras y leche italianas, lo que está acarreando un grave perjuicio a la economía de este país.Según la CE, dichos productos poseen un nivel de radiactividad 10 veces superior al aceptado por la Comunidad. Sin embargo, el Gobierno ha acusado a la CE de terrorismo económico por haber aplicado a Italia medidas duras que no ha impuesto a otros países como la República Federal de Alemania y Francia, en los que se presume que la radiactividad es similar o superior a la de Italia.

El jueves, en Milán, se registró un incidente, producido seguramente por la excitación nerviosa reinante, entre los dirigentes políticos de la región, que ha provocado la dimisión del presidente de Lombardía, el republicano Giuse pe Guzzetti. Con él, han dimitido también el vicepresidente, democristiano, y el secretario, socialista.

La causa fue la polémica suscitada durante una reunión oficial mantenida por el presidente de la región con dos consejeros del partido Democracia Proletaria (izquierda marxista parlamentaria) que, para protestar por el retraso con que las autoridades regionales han informado sobre la nube nuclear, se presentaron en la reunión con una caja de lechugas radiactivas, cuya venta está prohibida en toda Italia, y que colocaron sobre la mesa de la presidencia.

El presidente Guzzetti rechazó con cierto desdén la caja de hortalizas. Entonces, el consejero demoproletario Emilio Molinari, un viejo líder de la izquierda milanesa, tomó con sus manos la caja de lechugas y la volcó con fuerza sobre la cabeza del presidente, ante el asombro de todos. Guzzetti pidió que se votase si se expulsaba de la reunión al consejero Molinari. La votación se llevó a cabo, pero resultó negativa, por lo que el presidente dimitió inmediatamente.

Mientras tanto, en todo el país se han cerrado 30 restaurantes que servían a sus clientes las verduras cuya venta está prohibida en Italia. Ayer se reunió el Consejo de Ministros para estudiar la situación.