La catástrofe de Ucrania refuerza a los 'verdes' en la RFA

La catástrofe de la central nuclear soviética de Chernobil tiene efectos inmediatos sobre la situación política en la República Federal de Alemania (RFA) y aumenta las dificultades del Gobierno del cancilller, Helmut Kohl, ante las elecciones generales de enero próximo. El movimiento ecologista alemán, el más fuerte y organizado de Europa occidental, ha reforzado claramente su posición, sus posibilidades de convertirse en aliado del Partido Socialdemócrata (SPD) en una hipotética coalición roji-verde capaz de relevar en el poder a democristianos (CDU) y liberales (FDP), que actualmente gobiernan en Bonn.

El próximo 15 de junio, día en que se celebran las elecciones del Estado de Baja Sajonia, se sabrá hasta qué punto el accidente de Chernobil y el consiguiente rechazo a la industria nuclear entre la población alemana han fortalecido al partido de los verdes. Si el Gobierno democristiano de Baja Sajonia, presidido por Ernst Albrecht, cae tras estas elecciones, se agravará considerablemente la posición del Gobierno federal y, en particular, la de su canciller, Helmut Kohl. Según los últimos sondeos, socialdemócratas y verdes podrían igualar juntos al bloque de democristianos y liberales. De no entrar los liberales en el Parlamento por no alcanzar el 5% de los votos nocesarío, y dando por seguro que la CDU perderá su mayoría absoluta, quedaría abierto el camino a. una nueva coalición entre socialdemócratas y verdes. Esto invertiría la correlación de fuerzas en la segunda cámara del Parlamento federal, el Bundesrat.

Mientras el Gobierno de la RFA ha anunciado que exigirá a la URSS una indemnización para compensar a sus agricultores por las pérdidas sufridas por la catátrofe, el frente contra los diversos proyectos nucleares en territorio de la RFA, tradicionalmente uno de los caballos de batalla de los verdes, se ha ampliado, vertiginosamente.

Los verdes han tomado claramente la iniciativa y han criticado con dureza a la URSS por su política de información tras el accidente y su "cínica actitud" a la hora de evaluar las consecuencias. Tras una entrevista con el jefe del Partido Comunista de Moscú, Boris Yeltsin, la dirección de los verdes manifestó estar "estremecida" por la política soviética que, según dijo, socava la credibilidad de las propuestas de desarme del Kremlim.