Torrente Ballester brinda su premio a los escritores de su generación por mantener la dignidad de la lengua
El escritor Gonzalo Torrente Ballester, de 76 años, recibió ayer el Premio Cervantes de Literatura, de manos del rey Juan Carlos, durante una ceremonia celebrada en la universidad de Alcalá de Henares. El galardón, dotado con 10 millones de pesetas, es el más importante que se concede a una obra realizada en lengua castellana. El autor de Los gozos y las sombras aseguró que lograr este premio constituye el máximo honor de su vida y afirmó que lo comparte con los narradores que "durante las últimas décadas hemos cooperado por la dignidad de nuestras letras".
El paraninfo de la universidad de Alcalá de Henares se encontraba ya casi aborrotado de invitados cuando, hacia las once de la mañana de ayer, hizo su entrada Gonzalo Torrente Ballester acompañado de sus amigos y familiares más próximos, que a la fuerza son numerosos debido a que cuenta 11 hijos habidos en sus dos matrimonios. Como después diría subido en el estrado, al autor de Los gozos y las sombras se le veía emocionado y algo nervioso ante la ceremonia. En la sala se encontraban numerosas personalidades del mundo académico y universitario y representantes del mundo del libro. No hay que olvidar que la ceremonia se ha celebrado este año con una semana de retraso debido al reciente viaje de los Reyes al Reino Unido, pero que tradicionalmente se realiza el Día del Libro en conmemoración delaniversario de la muerte de Cerrantes.Los reyes Juan Carlos y Sofía hicieron su entrada instantes después de las 11.30. El autor premiado, Gonzalo Torrente Ballester fue el primero en intervenir. Desde el estrado, Torrente afirmó que recibir el premio de manos del Rey de España "es el máximo honor de mi vida, por la calidad del galardón y por la mano augusta de quien me lo entrega".
Como primer novelista español que recibe este galardón, instituido en 1976, Torrente dijo querer compartir el premio con los narradores que durante las últimas décadas, "cuatro generaciones ya en liza, hemos cooperado en la tarea de mantener a la debida altura y con la máxima calidad exigible el arte de la novela contemporánea cultivada hoy en los cuatro idiomas del país por escritores a cuyo esfuerzo y a cuyos talentos varios se debe la reconocida y evidente dignidad de nuestras letras".
El escritor gallego, con traje azul marino, dedicó también su premio a sus compañeros en el ejercicio de la docencia. Satisfecho de su trayectoria como enseñante, dijo que, así como no puede afirmar que sus páginas hayan llegado a alcanzar la perfección apetecible, sí cree, por el contrario, haber sido un buen profesor.
La personalidad humana y literaria del autor de El Quijote sirvió para que Torrente hablara de la necesidad de que el artista esté siempre en la realidad, como hombre y como creador, y afirmó que una novela es ante todo un mundo cerrado que se basta a sí mismo.
El apego a la realidad y la fuerza de voluntad fueron, precisamente, los valores de Torrente que destacó el rey Juan Carlos durante su discurso. "Estamos", dijo el Rey, "ante una personalidad a la que nada le ha sido ajeno, ante alguien que reúne en sí la formación del universitario y del profesor y que muestra la sabiduría vital de quien ha vivido una peripecia humana tan difícil en ocasiones como fructífera y aleccionadora siempre".
El ministro de Cultura, Javier Solana, se refirió a las prolongadas incomprensiones que ha soportado este escritor por parte de la crítica y las impuestas por el anterior régimen, que no consiguieron ahogar su afán por la narrativa. En opinión de Solana, la condición de profesor de Torrente, así como la ironía con la que se enfrenta a las situaciones más desagradables, le han servido para seguir haciendo lo que realmente quería, con gran sentido del humor ante las adversidades más crudas
Solana señaló que, en esta ocasión, se ha premiado a un creador en pleno éxito y a una obra abierta a nuevas experiencias y a nuevos hallazgos literarios.
"La distinción coincide con la etapa más popular de nuestro escritor, es decir después de haberse producido ese feliz y definitivo reencuentro entre el autor, la crítica y el público".
Con la 'tuna'
Una vez concluida la ceremonia y con todos los invitados en el patio, la solemnidad se tomó en una fiesta casi estudiantil debido a la intervención de la tuna, entre cuyos. integrantes Torrente Ballester interpretó sonriente y complacido canciones como Clavelitos o La tuna pasa, agarrado del brazo de los tunos.
Junto a ellos, don Juan Carlos y doña Sofía seguían sonrientes la interpretación musical del premio Cervantes y charlaban con los asistentes al acto, entre los que seencontraban Nuria Espert, el duque de Alba, los escritores Dámaso Alonso, Antonio Gala, Luis Rosales y Pedro Laín.
Babelia
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