Los dirigentes de Libia creen que Reagan está empeñado en una "campaña de terror" contra su país
Dirigentes libios calificaron ayer de "falacia" y "campaña de terror contra Libia" las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, en las que asegura que la bomba que hizo explosión el miércoles en un avión de la TWA que sobrevolaba Grecia y el atentado perpetrado en la madrugada del sábado contra una discoteca de Berlín Oeste frecuentada por soldados norteamericanos "tienen el sello del líder libio, Muammar el Gaddafi". Todos los observadores de Trípoli esperaban ayer una reacción del propio Gaddafi sobre el atentado de Berlín Oeste en los mismos términos en que deploró, días pasados, el sabotaje contra el avión Boeing 727 de la TWA, que condenó sin reservas por tratarse de un atentado contra un objetivo civil.
Los libios se enteraron ayer del atentado contra la discoteca de Berlín Oeste, a consecuencia del cual han muerto dos personas -un soldado norteamericano y una joven turca- y han resultado heridas al menos 204 -44 de ellas, militares estadounidenses- a través de un breve despacho de la agencia británica Reuter difundido a través de Jana por la televisión y la radio de Trípoli. De momento, no existen más comentarios que los recogidos, si bien las fuentes libias consultadas por este corresponsal aseguran que hay una contradicción en las acusaciones de Reagan: "Hace unos días dijo que en el atentado contra la TWA era improbable que tuviera algo que ver Libia y ahora, cuando se produce este nuevo acto terrorista de Berlín, asegura que tiene el sello de nuestro líder. ¿Qué pretende Reagan? ¿Enfrentarnos con Europa? ¿Echarnos encima a los Gobiernos de Grecia y de la República Federal de Alemania?".Las acusaciones de Reagan, cuando se cumplen ya casi dos semanas del enfrentamiento armado en el golfo de Sirte, han cogido a Libia en los preparativos de una de sus más importantes conmemoraciones anuales, el aniversario de la revolución estudiantil, que hoy cumple su décimo aniversario, y cuando la base naval de Trípoli, alejadas ya de las aguas de Sirte las unidades de la VI Flota norteamericana que participaron en los enfrentamientos, acoge en sus atraques, probablemente para descanso de sus dotaciones, al menos 10 unidades navales.
El aniversario de la revolución estudiantil de 1976 se conmemorará hoy con actos multitudinarios, uno de los cuales probablemente se celebrará en algún espacio abierto y de gran aforo de Trípoli y al que no se descarta que acuda el líder Gaddafi. Todos los observadores coinciden en que este acto festivo, cuyos protagonistas son todos los estudiantes militarizados de segunda enseñanza en la universidad, será aprovechado por el régimen de Trípoli para lanzar algún mensaje a Occidente, máxime ahora que el propio Reagan descarga todas las sospechas de la nueva campaña terrorista en Europa en el propio Gaddafi.
Generalmente, con la salvedad de los últimos dos años, para la conmemoración del 6 de abril se han llevado a cabo ejecuciones públicas en Trípoli, presenciadas no sólo por los estudiantes nativos, sino también por todos aquéllos de otros países de África y Asia que cursan aquí estudios dentro de los distintos programas de alianza, cooperación y tratados de amistad con el Tercer Mundo. Los reos son ahorcados en presencia de la muchedumbre y dentro de una gran confusión, según los testimonios gráficos y filmados en poder de las embajadas occidentales, y las ejecuciones son difundidas en diferido por la televisión libia "para ejemplo de todos".
En medios diplomáticos occidentales hay cierta intranquilidad ante la fecha de hoy y, aunque en este país no se suelen anunciar los acontecimientos, existen embajadores que no descartan el factor sorpresa y la posibilidad de que se repitan ejecuciones públicas. Se estima, sin embargo, que Trípolí no parece dispuesta a aceptar, en estos momentos de aislamiento y conflicto abierto con EE UU, incrementar el distanciarriíento con Occidente favoreciendo y avalando métodos que sabe que se van a repudiar desde fuera y no van a crear más que nuevos odios, malestar y desconfianza hacia el país.
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