Bulgaria intenta sentar las bases para acelerar su desarrollo económico
Los cinco días del XII Congreso del Partido Comunista Búlgaro se inician hoy en Sofía con la obsesión de sentar las bases para el salto hacia un nuevo desarrollo económico. La magia de la palabra kachestvo (calidad) manda hoy en Bulgaria mucho más que los manifiestos de pureza leninista. Este congreso ha sido precedido por el cambio, hace una semana, del primer ministro y la reestructuración de siete ministerios económicos.Bulgaria ha trepado en 30 años al segundo lugar de la escala del nivel de vida de los seis países balcánicos, después de Grecia. Desde hace años intenta ponerse en cabeza del Comecon (el Mercado Común del Este) en la producción de ordenadores personales.
Pero la Unión Soviética, primer cliente de Bulgaria, exige más calidad y surtido de la oferta búlgara. Los dirigentes de Sofía han entendido que se ha acabado la etapa de transformación de su antiguo país, campesino en potencia, de nueve millones de habitantes, medianamente desarrollado. Para seguir adelante habrá que pulir bienes y mejorar servicios turísticos.
Bulgaria es el aliado más fiel de la URSS en el mundo. A diferencia de Polonia, por ejemplo, este país creyó en el siglo XIX en la Rusia eslava, que le ayudó contra el imperio turco. No le ha costado gran esfuerzo adaptarse a la etapa de hegemonía soviética tras la Il Guerra Mundial. El pleno comunista de enero declaró acabada "la primera fase de acercamiento económico, político, defensivo y cultural a la Unión Soviética". Este congreso abre hoy una nueva etapa. Risto Bayalski, uno de los mejores especialistas yugoslavos en asuntos soviéticos, llegó a defender hace nueve años la tesis de que Bulgaria podría decidir federarse con la Unión Soviética.
También en el aspecto ideológico limará este congreso. Tanto los popes ortodoxos como los padres de familia comunistas se sienten últimamente molestos ante la penetración del rock y otras tonadillas extranjeras (yugoslavas, sobre todo) que retumban en la Arcadia búlgara de raíces campesinas. Hace un año se emprendió una discreta campaña de vuelta cultural a lo búlgaro. Pero fuentes del Ministerio de Educación declaraban recientemente que se sentían orgullosas de que en Occidente se tocara a veces rock búlgaro.
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