Corazón Aquino da un plazo de tres meses a Marcos para que abandone el poder

"Doy un margen de tres meses al señor Marcos para que dimita", declaró ayer en Manila Corazón (Cory) Aquino, a seis periódicos europeos -EL PAÍS entre ellos-. "Confío totalmente en que Marcos dimitirá ante la presión de nuestra protesta pacífica y tomaré la presidencia", afirmó. Esa protesta tendrá su máxima expresión en la huelga general preparada para el próximo 26, día siguiente a la toma del poder para un nuevo mandato de seis años del presidente Ferdinand Marcos, logrado por medio de unas elecciones fraudulentas

El hecho de que España haya sido el primer país en llamar a su embajador a consulta es valorado por Cory Aquino, como "una prueba de que el Gobierno español está muy interesado en la situación real de Filipinas". "Estoy convencida", añadió, "del apoyo español al pueblo filipino en nuestro movimiento hacia la democracia". España, junto con los países de la Comunidad Europea, boicoteará, probablemente, los festejos del próximo martes en honor del presidente Ferdinand Marcos.Aquino reconoció no haber recibido mensajes de líderes políticos extranjeros, "excepto del senador Edward Kennedy", que la llamó por teléfono el pasado jueves.

"Perdonen mi voz, pero estoy un poco resfriada", sonrió Cory a los periodistas, mientras tomaba un sorbo de zumo de mango, de color amarillo calabaza, totalmente de acuerdo con los tonos oficiales de la campaña de Cory Aquino, donde predomina el amarillo.

"Si en el plazo de tres meses de protesta pacífica", advierte Aquino, "Marcos no dimite, creo que la oposición y el pueblo iríamos hacia métodos más radicales". Cory está convencida de haber obtenido el triunfo en las pasadas elecciones, y se siente moralmente autorizada para actuar como líder de su pueblo. "Tengo el poder del pueblo, por eso podré ejercer totalmente la presión necesaria para, finalmente, alcanzarlo". Un poder que Cory Aquino basa totalmente en los resultados no oficiales de la elección presidencial del 7 de febrero, por lo que rechaza toda posibilidad de convocar una nueva consulta. "No", puntualiza Aquino, "no iremos a unas nuevas elecciones, y así lo expresé claramente al senador Richard Lugar (presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos), porque tanto yo como la mayoría de filipinos sabemos que ganamos el pasado 7 de febrero".

Una hora antes de recibir a los periodistas, Cory Aquino se reunió ayer por segunda vez con el enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, el ex embajador Philip Habib, a quien pidió que "el Gobierno norteamericano reconozca finalmente que millones de filipinos han expresado su deseo de recuperar sus derechos y libertades". Aquino insistió también al enviado de Reagan en que "no hay ninguna posibilidad de colaborar con el Gobierno de Marcos".

Segura y vivaz en sus respuestas, Cory ironizó al preguntarle si confiaba más ahora, después de sus encuentros con Habib, en ladimisión del presidente Marcos. "Confío más ahora", contestó son riendo, "porque quedó demostrado en la manifestación del pasado domingo en Lunetta Park que el pueblo filipino me apoya y también porque tengo múltiples pruebas de que el boicoteo pacífico a empresas estatales o de amigos de Marcos, funciona; por eso estoy ahora más segura que nunca, no por lo que opine o piense el señor Habib".

La viuda de Aquino destaca, sin embargo, el gran papel que la posición de Estados Unidos -que posee dos bases militares en el archipiélago, las de Clarck y Subic- puede tener en el desarrollo de los acontecimientos en Filipinas, y asegura que "la respuesta del Senado norteamericano, que reconoció casi unánimemente que la elección fue fraudulenta, es la mejor prueba de aislamiento de Marcos".

Cory hace gala de su prudencia al opinar sobre la posibilidad de que, si Marcos no se retira, la oposición pueda nombrar un Gobierno provisional en la sombra. "No, no en este momento, porque, desde un punto de vista legal, eso supondría tener que ir a la guerrilla en las montañas o exiliarse en el extranjero, y no estoy preparada para ello. El boicoteo que estamos practicando es la mejor opción por el momento".

Está preparado, sin embargo, lo que Corazón Aquino llamó "una serie de comités" listos para tomar las riendas del Gobierno en el momento en que fuese necesario. "Tenemos un comité de relaciones exteriores, otro para temas económicos y varios más para diferentes sectores que están preparándose para gobernar".

La líder de la oposición filipina liga absolutamente la crisis económica que sufre el país con la inestabilidad política surgida tras el asesinato de su marido, el ex senador Benigno Aquino, en agosto de 1983. "La recuperación no comenzará mientras Marcos continúe en el poder. Sólo un Gobierno con credibilidad dará paso a una recuperación de la confianza y la inversión en Filipinas. La economía no puede basarse en el favoritismo a los cronis (los amigos), y la discriminación para el resto".