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La compañía aérea desmiente la versión de Wimborne sobre la salida de España de 'La marquesa de Santa Cruz'

El cuadro de Goya La marquesa de Santa Cruz, que las autoridades españolas reclaman por su exportación ilegal y la sala londinense Christie's tiene previsto subastar el próximo 11 de abril, no embarcó en Madrid en el vuelo que indicó lord Wimborne en su reconstrucción de los hechos, según confirmaron ayer fuentes de las líneas aéreas argentinas. Tampoco embarcó Saorín, quien según la versión de lord Wimborne, actual propietario, viajó con el lienzo a Zúrich, donde se realizó la operación de compra. El vuelo 1126 de Aerolíneas Argentinas, que cubría el trayecto Buenos Aires-Río de Janeiro-Madrid-Zúrich, no admitió en Madrid a ningún pasajero ni ninguna carga.

El marchante británico Michael Simpson, procesado por la justicia española, dijo ayer, en conversación telefónica desde Londres, que recibió a Pedro Saorín y al cuadro en ese vuelo y ese mismo día: el 6 de abril de 1983. Subió al jumbo 747 de la compañía Aerolíneas Argentinas -al parecer, con otra persona del grupo de empresas de Wimborne- y se hizo cargo del lienzo.Simpson añadió que se encontró con Saorín en Zúrich y no en Madrid, por lo que no le consta dónde embarcó. Dijo también que no le preguntó a Saorín de dónde venía, aunque supuso que lo hacía de Madrid. Ésta no es la primera vez que el marchante británico hacía negocios con Pedro Saorín, que en la actualidad cumple condena en Argentina por otro delito, aunque no precisó qué otros negocios ni cuándo.

Un asesor legal de lord Wimborne, actual propietario de La marquesa de Santa Cruz, declaró ayer que los datos ofrecidos por el aristócrata británico a este periódico sobre la salida del cuadro (ver EL PAÍS del 5 de febrero) le fueron facilitados por Michael Simpson y que no tenía ninguna otra información sobre el vuelo.

Los responsables de la compañía aérea están confirmando en sus archivos centrales de Argentina si alguien con ese nombre o una carga de esas características embarcó en las dos escalas de Suramérica, aunque parece improbable, según fuentes españolas, que el cuadro viajara a Suramérica para volver a Zúrich vía Madrid, ya que el avión es el medio más difícil para sacar una obra de esas características.

Según confirmó ayer Rafael Arrivalzaga, director de la compañía para España y Portugal el vuelo no admitió carga ni pasajero alguno. Esta versión fue confirmada ayer por Miguel Satrústegui, secretario general técnico del Ministerio de Cultura.

Legislación británica

El ministro de Cultura, Javier Solana, dijo ayer, durante la constitución del Alto Consejo Cultural Hispano-Francés, que el problema para la recuperación del cuadro consistía ahora "en la legislación británica". Según fuentes jurídicas consultadas, la salida del Reino Unido de la Unesco, que establece una normativa sobre estos casos, puede influir en la negociación.En Madrid se sigue pensando -así lo puso de manifiesto Satrústegui- que Christie's reflexionará sobre la subasta prevista y que ésta no se llevará a cabo. Al parecer, el catálogo que incluye la fotografía y los datos del cuadro de Goya está a punto de aparecer en Londres, lo que seería considerado como "un hecho negativo", dijo Satrústegui.

Rodrigo Uría, el abogado español que mantuvo una serie de conversaciones con los representantes de lord Wimborne, declaró que en ningún momento conoció la identidad del aristócrata británico, y que suspendió unilateralmente las conversaciones cuando pidieron para su recuperación "una cantidad desorbitada de dinero". Uría negó también las declaraciones de Geoffrey Grime, director de la firma Coopers & Lybrand y director del grupo financiero propietario del cuadro de Goya, según las cuales había una autoridad española a la que Uría tenía que "encubrir". El abogado español está tramitando una querella.

Simpson

Como si de una novela de intriga se tratase, un personaje considerado inicialmente como secundario está cobrando un papel-protagonista: Michael Simpson. El marchante londinense era considerado en principio como un experto que lord Wimborne contrató simplemente para que certificase la autenticidad del cuadro de Goya en Madrid y, posteriormente, en Zúrich. Ahora se sabe que había mantenido otros negocios con Saorín, que fue quien habló con lord Wimborne sobre la posibilidad de la compra del cuadro, que fue quien certificó la autenticidad de los documentos de exportación y quien remitió a las autoridades españolas las fotocopias de dichos documentos.Pudo ser él, incluso, quien compró el cuadro a Saorín para revendérselo al aristócrata británico, según el sumario abierto en Madrid sobre el asunto en el testimonio, al parecer, de Saorín. Ésta sería la primera de una sede de operaciones -se piensa que el cuadro fue vendido de una empresa a otra del truste de Wimborne- en las que podría radicar la clave para, una vez paralizada la subasta, recuperar el cuadro, definitivamente para España.

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