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CAE LA DICTADURA DE HAITÍ

La Casa Blanca ayudó a huir a Duvalier "para evitar un baño de sangre"

Francisco G. Basterra

Estados Unidos ha facilitado la salida de Jean-Claude Duvalier de Haití "para ayudar a la transición en el mísero país caribeño y para evitar un baño de sangre", anunció ayer la Casa Blanca, tan sólo una semana después de que informara prematuramente de la caída de Baby Doc. Aparece ahora claro que Washington preparaba muy prudentemente la caída de un político al que había concedido durante años una política de apoyo condicionado, pero que ya no controlaba la situación. La operación del fin de casi 29 años de duvalierismo se concertó en las últimas horas entre Estados Unidos y Francia.Miles de haitianos exiliados se lanzaron ayer al amanecer a las calles de Little Haití, en Miami, para celebrar la noticia bailando. El pasado viernes, Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca, no cometió un error cuando dijo que Duvalier había caído; simplemente, se precipitó un poco.

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El Departamento de Estado dijo ayer: "Hemos estado en contacto con el nuevo Gobierno (una Junta cívico-militar) y esperamos trabajar con él. Confiamos ahora en una transición pacífica sin derramamiento de sangre". Washington mantiene oficialmente que no ha propiciado activamente la caída de Duvalier y asegura que sólo se ha limitado a atender a su petición de transporte para abandonar el país. El secretario de Defensa, Caspar Weinberger, declaró que la decisión de poner a su disposición un avión militar de transporte se produjo porque Duvalier se dio cuenta de que "ya no podía mantener el orden". EE UU cree que la decisión de Duvalier ha sido "correcta" y explica que se había convencido en los últimos días de que sólo podría sostener el poder con la fuerza, a lo que Estados Unidos no estaba dispuesto.

El portavoz del Departamento de Estado, Bernard Kalb, afirmó: "Estamos esperando una clarificación sobre el respeto de los derechos humanos y sobre nuevas elecciones para determinar nuestras relaciones con el nuevo Gobierno". La primera declaración de la Junta -que habla de que los militares no tienen ambiciones políticas, de respeto a los derechos humanos y de continuar cumpliendo los compromisos internacionales- "contiene signos positivos", añadió Kalb. El nuevo Gobierno ha sido reconocido automáticamente por Estados Unidos, que desea, sin embargo, que el poder formado ahora sea de transición hasta la elección de un futuro Gobierno democrático.

En Washington se detecta una sensación de alivio e incertidumbre tras la caída de Duvalier. No se teme la aparición de un régimen procubano, pero existe un gran desconocimiento sobre qué posibilidades reales de gobernar tiene la oposición. "Tenemos planes para evacuar a los 7.000 norteamericanos que viven en Haití si fuera necesario", explicó Weinberger.

Hace una semana, cuando, al parecer, ya estaba pactada su huida, Baby Doc, realizó un último e imprevisto intento de aferrarse al poder. Pero el jueves por la tarde acudió a la embajada francesa en Puerto Príncipe para solicitar asilo político y, posteriormente, se entrevistó durante una hora con el embajador norteamericano, Clayton MacManaway.

En Washington se recibió una petición diplomática francesa de ayuda para sacar al dictador del país y, poco después de la medianoche, un C- 141 Starlighter despegaba de Charleston, Carolina del Sur, con rumbo a Puerto Príncipe. El avión permaneció en Haití 90 minutos y, a las 3.46 horas, despegó rumbo a Francia, llevando a bordo a Duvalier, su mujer y 22 colaboradores y familiares.

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