Amor cósmico
Viendo Lifeforce es imposible no pensar en las extrañas com ponendas a que ha tenido que llegar el equipo de rodaje para conseguir acabar el filme. De entrada, el guión -inspirado en la novela The space vampires- pretende fundir una his toria de vampirismo intergalác tico con algunos de los hallazgos más acreditados de Alien para, al final, y como fin de fiesta, convertir Londres en escenario de las andanzas de unos nuevos muertos. vivientes. Tobe Hooper, consciente quizá de que la síntesis es una cualidad que no posee, ha optado por ir cambiando de estilo según convenga a la secuencia, poniéndose ora en manos de Dykstra y sus azulados rayos destructores, ora en las de Nick Maley y las extrañas criaturas que surgen de sus mañas de maquillador. Cuando no basta con esto se deja que sea el decorador quien imprima personalidad al producto, oscilante desde la más acreditada iconografia en naves del espacio hasta el kitsch desaforado de las maquetas de la catedral de San Pablo, localización en la que él y ella -los dos protagonistas, si exceptuamos las corbatas de Frank Finlay- logran consumar su amor en medio de un estrépito que amenaza acabar con el mundo.Es posible que la unidad de estilo y la coherencia dramática sean valores cuestionalbes. Es más, algunos de los mejores cineastas modernos pasan, sin solución de continuidad, del drama a la comedia, del naturalismo al romanticismo, del mal gusto a la estilización más exquisita, pero en cada caso la opción responde a unas necesidades y convicciones, mientras que aquí, en Lifeforce, se diría que Hooper intenta ensamblar piezas de un mecano con otras de madera, con la consiguiente ruina para el conjunto. El único que sale bien librado de todo este despropósito ideado por Yoram Globus y Menahem Golan, una pareja con una capacidad destructora superior a la de Laurel y Hardy, es Henry Mancini, capaz -él sí- de mezclarlo todo sin que el cóctel sepa mal, y responsable máximo, aunque parezca imposible, de que las imágenes desfilen con cierta fluidez y sin chocar unas con otras, todo gracias a sus recursos como compositor.
Lifeforce
Director: Tobe Hooper. Intérpretes: Steve Railsback, Peter Firth, Mathilda May, Frank Finlay y Nicholas Bail. Guión: Dan O'Bannon y Don Jacoby. Fotografía: Alan Hume. Música: Henry Mancini. Efectos especiales: John Dykstra. Estados Unidos-Reino Unido, 1985. Estreno en cines Bilbao, Carlos III, Palacio de la Prensa, Consulado, Victoria, Versalles, Liceo, Garden, Kursal.
Babelia
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