_
_
_
_

La muerte de Pasolini fue evocada en un acto de ocho horas ininterrumpidas

ENVIADO ESPECIALDos riguras humanas trágicas, dos artistas puros pero comprometidos hasta tal punto con la vida que le ofrecieron su muerte en forma de gesto o de signo, pasaron ayer por las pantallas de la semana de cine. Por distintos motivos, Pier Paolo Pasolini y Yukio Mishima, dos cimas y dos antípodas del espíritu de este tiempo, llenaron las pantallas de esta ciudad. El primero recibió, a los 10 años de su atroz asesinato, un maratoniano homenaje, y sobre el segundo se proyectó, fuera de concurso, el filme Mishima, del norteamericano Paul Schrader.

Más información
Una vida difícil
Punto sin retorno
Pasiones y obsesiones de un poeta extraordinario

El 2 de noviembre de 1975, en un descampado de los arrabales romanos de Ostia, cayó asesinado a palos por unos hampones, que actuaron obedeciendo el oscuro mandato de esa parte innombrable de su Italia que él combatió y escupió, Pier Paolo Pasolini. Diez años más tarde, el mundo rememora su imagen gigante y comprueba que creadores como él dan al arte cinematográfico la dimensión que lo convierte en una obra de arte que vive por sí sola.Hoy, una década después, no sólo Italia, sino el mundo, recuerda la figura de este gran poeta,,cineasta y hombre público con una sombra de culpa que nos abarca a todos.

En la 30ª Semana Internacional de Cine de Valladolid se ha dedicado a Pier Paolo Pasolini una noche entera, una maratoniana evocación que comenzó ayer, viernes, a las 19.30, en la sala Antígona, y. que finalizó a las cinco de la madrugada de hoy, sábado. Un largo homenaje para una sorprendente y vibrante carrera humana y cinematográfica.

Siete horas y media ininterrumpidas, con entrada absolutamente libre, para contemplar películas suyas; vídeos con representaciones de obras teatrales como su Calderón, interpretado por el Teatro Stabile dei Friuli, de Venecia; recitales de sus poemas por actores y actrices de paso en Valladolid; un debate cuyo título es Pasolini, una vida futura y en el que intervinieron, entre otros, Andrea Andermann y Víctor Erice. El escritor italiano Alberto Moravia excusó su asistencia porque participa en los actos de hontenaje al cineasta que se están celebrando en Roma. Los poemas de Pasolini fueron leídos por las actrices Tina Sainz, Virginia Mataix y. Mercedes Sampietro, y por el actor Antonio Ferrandis.

Mishima, otra víctima

Casi ocho largas hora's en las que se intentaton enunciar -y era en realidad muy poco tiempo para tanto- algunos. de los estímulos morales, poéticos e intelectuales que Pasolini ofreció.a sus herederos de aquí, que pasaron en gran número por una sala Antígona convertida durante una noche en templo civil.

Con anterioridad, el teatro Calderón albergó el filme Mishima, del norteamericano Paul Schrader. Esta película intenta penetrar en la figura de otra víctima moral de la tragedia contemporánea: el gran escritor japonés Yukio Mishima, que se suicidó públicamente mediante seppuku -forma. ritual de harakiti cuyo uso se remonta a la época de los caballeros samurais, en el Japón del siglo XVII- el día 25 de noviembre de 1970, es decir, algo menos de cinto años antes de que Pier Paolo Paso.lini cayera abatido en el otro lado del planeta, tanto en sentido geográfico como ideológico.

Mishima es un filme muycomplejo, sobre el que habrá que volver con detenimiento, que narra la terrible jornada del citado día 25 de noviembre de 1970, que conmovió al mundo. En el relato de ese día el filme incrusta, en forma de rememoraciones, algunos de los pasajes autobiográficos esenciales contenidos en las principales novelas del escritor japonés.

La larga duración de Mishima se estructura en cuatro partes. La primera, titulada Belleza, contiene; dentro de la representación del día trágico del suicidio, algunos extractos significativos desde el punto de vista autobiográfico de su novela El pabellón de oro., La segunda se titula Arte y tiene, en forma de flash-back, algunos pasajes de La casa de Kyoto.

La tercera parte lleva el título de Acción y está compuesta con escenas extraídas de la novela Caballos desbocados. Finalmente, la cuarta parte se titula La armonía de la pluma y la espada, y en ella se vuelve al principio, esto es, al instante en que el escritor y su ejército privado consuman el suicidio programado. Cada una de estas cuatro partes mezcla la acción actual, filmada en color, con la acción rememorada filmada en blanco y negro. El filme, hablado en japonés e interpretado por actores de este país encabezados por Ken Ogata, que encarna la figura del escritor suicida, ha sido escrito y dirigido por Paul Sclírader, que es un joven cineasta norteamericano de la primera hornada de discípulos de los ya clásicos George Lucas y Francis Ford Coppola, que son los productores de Mishima.

El filme no elude la enorme complejidad del hombre, el escritor y el símbolo político en que Yukio Mishima quiso erigirse en su vida y, sobre todo, en su muerte. La película, como su personaje, es de una audacia suicida, si se tiene en cuenta que pretende flanquear las puertas de acceso a una personalidad literalmente infranqueable.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_