Punto sin retorno
Encaramado en una escalera, a la puerta de un cine de Pésaro, durante el festival de esta ciudad en 1968, Pier, Paolo Pasolini, echando chispas por los ojos, con aspecto de campesino terco, pequeño y temible, arremetió él solo contra un grupo de autotitulados revolucionarios que pretendía hacer la revolución llevándose por delante al portero asalariado de aquel cine. Gritó entonces Pasolini algo que, ahora que se le conmemora tanto, debía estar grabado en mármol allí mismo: "Sóis la peste de este tiempo".Desde entonces, Pasolini no dio cuartel a los, en frase acuñada por él, fascistas de izquierda. Nada volvió a ser lo mismo desde esta cristalización moral de la furia, ésta sí revolucionaria, de Pasolini, que mostró y demostró para siempre que no se es fascista por las ideas que se dicen tener, sino por la manera de tener las que se tienen, sean cuales sean.
Este instante ético del cineasta Pasolini es, dentro del cine europeo de la izquierda, un punto sin retorno. Nadie como él encarnó la identidad entre el intelectual y el artista, entre el creador de ideas y el creador de belleza. Y nadie mejor que Pasolini demostró que, cuando no se posee esta identidad, pretender hacer cine de izquierda es una quimera propia de incompetentes, cuando no una farsa propia de pícaros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La crisis humanitaria que la paz total no pudo parar: los ataques y desplazamientos vuelven al Catatumbo
Trump justifica su ataque a Nigeria por la masacre de cristianos, pero las víctimas del yihadismo son de todas las confesiones
Los tasadores hipotecarios se declaran en huelga contra la precariedad de la profesión
El Gobierno actualiza los coeficientes de plusvalía y penaliza las compraventas especulativas de vivienda
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































