Roca recuerda al titular de Economía los incumplimientos del Ejecutivo

El portavoz de Minoría Catalana trazó el hilo conductor de su exposición, en defensa de su texto alternativo a los Presupuestos del Gobierno, en el incumplimiento de las previsiones que los socialistas se habían marcado al principio de la legislatura y las que propugnaban en la oposición. En opinión de Miguel Roca, "todo se ha desarrollado contrariamente a la propia previsión del entonces portavoz socialista y hoy ministro de Economía, Carlos Solchaga". En la oposición, Solchaga defendía, según palabras de Roca, la conveniencia de aumentar la inversión pública, aceptar un mayor déficit público y no confiar en la inversión privada. "Todo se ha desarrollado contrariamente: el desempleo se ha incrementado, la inversión pública se ha reducido y la privada no ha llegado a alcanzar las cotas deseadas", dijo Roca.El político nacionalista ofreció a la cámara un buen número de cifras que posteriormente el ministro de Economía tachó de inexactas. La inversión pública se ha reducido en términos reales en un 25% entre 1982 y 1984, mientras ' que la presión fiscal ha ido en aumento, aseguró Roca. Respecto a la política tributaria, Roca afirmó que el Gobierno había incumplido otra de sus promesas, como que la presión fiscal no alcanzara tasas de crecimiento superiores al 5%, magnitud que no se ha cumplido, se lamentó este portavoz. Asimismo Miguel Roca no encontró ajustada la calificación de austeros, referida a los presupuestos que el Gobierno defiende. Especial extrañeza le produjo el hecho de que en el proyecto se observen autorizaciones de gasto y de ampliación de nuevas partidas sin concretar. "Esto sólo podría justificarse en términos puramente electoralistas", dedujo Miguel Roca.

El dirigente de la Minoría Catalana sugirió al Gobierno el establecimiento de un pacto entre las fuerzas políticas para acordar las prioridades del gasto y lograr así "un déficit consensuado y aceptado". Tras referirse a la financiación de las comunidades autónomas y las corporaciones locales, Roca dijo: "Si yo aplicase a los actuales presupuestos las palabras que usted utilizó, señor ministro, para definir los presupuestos de UCD en 1981, diría que la bancarrota es absoluta en España".

Un capítulo especial dedicó el portavoz catalán a la pequeña y mediana empresa; factores, dijo, dinamizadores de la economía, y se quejó de la inexistencia de un marco de ayuda o cauce fiscal para ellas. "Se nos proponen unos presupuestos de austeridad que tan sólo son para los funcionarios, que han visto limitadas sus rentas desde hace mucho tiempo, al igual que los trabajadores, los empresarios, las clases pasivas y los pensionistas", dijo Roca, y adjuntó a este bloque de perjudicados a las comunidades autónomas y a los grandes ayuntamientos.

A partir de una comparación entre el incremento de los gastos de personas y lo previsto para clases pasivas y que, según sus cálculos, los salarios crecerán tan solo un 7,2%, Miguel Roca insistió en que la Administración central seguirá creciendo ilimitadamente.