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Un hombre capaz de todo

Antonio Caño

Desde la muerte de Omar Torrijos en 1981 nadie ha ostentado tanto poder en Panamá como el general Manuel Antonio Noriega Morena, actual comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa, máximo rector de los destinos del país del canal, temido y odiado por sus enemigos, temido y alabado por sus amigos. Un gran desconocido para todos. Un hombre al que se han atribuido los peores defectos, excepto el de ser un estúpido con galones.La muerte de Hugo Spadafora le ha puesto evidentemente contra las cuerdas, lo que ha sido interpretado por algunos como el indicio más claro de su inocencia. Su nombre ha circulado, en cualquier caso, de boca en boca como responsable del crimen y es fácil suponer que le va a costar superar el bache. Una persona que le conoce bien y desde hace tiempo, asegura: "Noriega no ha sido, lo que no quiere decir que no fuera capaz de hacerlo".

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Formado militarmente en Perú, la imagen y la trayectoria de Noriega corresponden, desde luego, con la de un hombre capaz de todo. En 1983, llego a la cúpula del mando después de haber ejercido como máximo responsable del servicio secreto militar, G-2, al que se atribuyen todos los casos de represión que se han producido en Panamá.

Hace poco más de un año se vio obligado a arrestar a uno de sus más estrechos colaboradores, el teniente coronel Julián Melo, secretario de Estado Mayor, como responsable de una red de tráfico dedrogas que actuaba con la complacencia de miembros de las Fuerzas Armadas panameñas. Meses después se produjeron algunas misteriosas dimisiones de oficiales, supuestamente relacionados con el caso. Uno de los pocos periodistas que ha investigado la figura de Noriega cree que "si el general ha estado alguna vez personalmente envuelto en asuntos. de drogas o de blanqueo de dinero, ya no lo está, porque sabe que los gringos no se lo permítirían".

Sí es un hecho, sin embargo, que Noriega tiene otros negocios. "Tiene, incluso, demasiados negocios", comenta un oficial de las Fuerzas de Defensa. Negocios de los que nadie habla, que nadie conoce con exactitud, pero que le exigen viajar a Europa de vez en cuando.

Leyenda negra

"Ojalá que se trate de tráfico de armas. Eso és lo que yo quisiera, que Noriega traficara armas para Nicaragua, para la guerrilla salvadoreña...", afirma un veterano torrijista comentando las acusaciones contra el comandante de las Fuerzas de Defensa por su supuesta relación con el comercio internacional de armas. "Lo que puede haber sucedido es la utilización de Panamá como vía de distríbución de armas procedentes de un tercer país y con destino a América Latina, lo que ha permitido el enriquecimiento de algunos militares panameños", estima un corresponsal extranjero con experiencia en Panamá.

Noriega no está considerado como un hombre rico. Procedente de una buena familia panameña, vive actualmente en una bonita casa, sin mayores pretensiones, en una zona lujosa de la capital.

Noriega es consciente de que a su leyenda negra en Panamá han contribuido su dificultad de expresión, que a veces le hace perderse en frases ininteligibles, y el rostro de malo de película que le dejó la viruela. Todo ello ha tratado de combatirlo, y se dice que ha pagado entre dos y tres millones de dólares a una empresa norteamericana por una campaña de imagen. Esa cantidad no incluye el precio de las operaciones de cirujía estética en el rostro a las que se ha sometido.

La campaña de imagen personal ha estado acompañada por otra de imagen política. Durante el mes de agosto pasado hizo un viaje por todos los países centroamericanos proponiendo la creación de una especie de grupo de Contadora integrado por militares. Noriega defiende la tesis de que no habrá paz en Centroarnérica hasta que todos los comandantes en jefe de los ejércitos de la región no lleguen a un acuerdo.

Un hombre capaz de todo

Muy seguro de sí mismo, el comandante en jefe lleva ya algún tiempo dedicado a intentar que el mundo se olvide de Torrijos, y, para empezar, le cambió el nombre a la Guardia Nacional por el de Fuerza de Defensa. Pero lo hace a la manera de un buen estratega, retrocediendo en el momento adecuado -como ahora, por ejemplo- No quiere caer en el error de su predecesor, Rubén Darío Paredes, quien no supo ver que la oficialidad panameña sigue siendo en gran parte torrijista y se lanzó, con desmedido ardor pro norteamericano, a por todo el poder en seis meses.La excentricidad más famosa que se le atribuye es la de tener un cuerpo de seguridad, íntegramente formado en Israel, del que forma parte una mujer.

Frío, culto y decidido, Manuel Antonio Noriega es un hombre para grandes misiones. No quiere manchar de sangre los uniformes que Torrijos dedicó a construir carreteras y viviendas, pero se va a resistir por todos los medios a que le resten poder a las fuerzas de defensa. Quiere que Panamá sea un país en paz y justicia, pero él quiere ser el administrador de ambas.

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