Altercado entre profesores y alumnos en la inauguración del curso en la universidad Complutense

Varios profesores, revestidos con sus togas y birretes académicos, se enzarzaron ayer en un agrio altercado con media docena de estudiantes durante el solemne acto de inauguración del nuevo curso de la universidad Complutense de Madrid, celebrado en el paraninfo de la vieja universidad de San Bernardo. El incidente se produjo cuando dos o tres profesores arremetieron contra unos estudiantes que, apenas comenzado el acto y sin que nadie impidiera inicialmente su acción, habían tapado con una pancarta la mesa presidencial, en la que se encontraba el rector, Amador Schüller, con su equipo de gobierno.

La mesa presidencial del acto inaugural del curso había quedado oculta durante cerca de un cuarto de hora por una gran pancarta que tres estudiantes habían desplegado al comienzo del mismo y sin que inicialmente se hubiese producido reacción alguna por parte de las autoridades académicas. Sólo el catedrático y ex ministro Laureano López Rodó se había levantado de su asiento y, tras intercambiar unas palabras con el rector anunciándole su intención de retirarse del acto abandonó éste por una puerta próxima al estrado.Cuando, semioculto tras la pancarta, el secretario general de la Universidad, Alberto de la Hera, estaba concluyendo la lectura de la memoria sobre el pasado curso, otros tres estudiantes subieron al estrado para relevar a los primeros. Fue en ese momento cuando el profesor Martín Ruipérez, catedrático de Griego, comenzó a increpar a gritos a los estudiantes mientras descendía con gesto airado desde su escaño hacia ellos. En un instante, la zona central del estrado se convirtió en un revuelo de togas, birretes y panfletos, que uno de los estudiantes había arrojado al aire, mientras sus compañeros forcejeaban con los profesores y el rector, Amador Schüller, gritaba, todavía oculto tras la pancarta, que ésta fuera retirada in mediatamente.

La media docena de estudiantes que intervinieron en la refriega fueron expulsados del para ninfo a empujones, intercambiando diversos insultos con lo profesores que les habían arrancado de las manos la pancarta en la que se podía leer: "Contra la subida de tasas, admisión en primera opción y no al númerus clausus". Cuando uno de estos profesores regresaba hacia el es trado mesándose los cabellos y recomponiendo su toga, aún gritaba en dirección al vestíbulo "¡Ha sido Felipe González el que ha aprobado las tasas, desgraciaos!. ¡Qué tiene que ver Schüller con las tasas!."

Restablecido el orden, el rec tor pidió disculpas por los inci dentes y fue aplaudido largamen te por la mayor parte de los asis tentes. A continuación, y mientras el catedrático de Medicina Hipólito Durán daba lectura a la lección inaugural del curso, en el vestíbulo del paraninfo, dos inspectores de policía tomaban los datos del documento de identidad de los estudiantes que, uno a uno, fueron obligados a abandonar el edificio. En la calle les esperaba una treintena de compañeros a los que no se les había permitido entrar al paraninfo por no disponer de invitación.

Amador Schüller condenaría después estos actos en una improvisada conferencia de prensa, durante la cual rechazó con acritud la afirmación de un periodista acerca de que los incidentes se podían haber evitado si unos profesores no hubiesen intentado impedir el boicoteo del acto apelando a la violencia. El rector culpó de los incidentes a los estudiantes que habían intentado interrumpir el acto, entre los cuales dijo que había podido reconocer a "los mismos que me insultaron el día de mi elección".

En su discurso inaugural, Amador Schüller defendió la necesidad de una selección rigurosa tanto del profesorado como de los alumnos que desean acceder a la universidad.