Satisfacción en Rabat por la medida contra el frente saharaui
El Gobierno marroquí ha recibido con satisfacción la decisión española de cerrar la oficina del Frente Polisario en Madrid y expulsar del país al representante permanente de esta organización en España, Sidi Ahmed. Sin embargo, "de momento no se va a producir ninguna reacción oficial", ya que Rabat considera que todo este asunto es una cuestión que compete exclusivamente a España. Marruecos mantiene oficialmente silencio sobre este asunto, que hoy será llevado a las primeras páginas de sus principales periódicos.La decisión española, que incluye también la expulsión del representante permanente de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Ahmed Bujari, que realiza misiones de embajador volante sin residencia en España, la conoció el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Abdelatif Filali, en Nueva York, donde asiste a la 40ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
La diplomacia marroquí esperaba desde días atrás que España tomase medidas contra el Frente Polisario, y se especulaba ya, probablemente a raíz de conversaciones secretas entre Madrid y Rabat, con esa eventual decisión. Precisamente, días pasados, el ministro de Estado marroquí, Ahmed Osman, que desempeña también el cargo de editorialista oficial, publicaba un artículo en el diario de Casablanca Le Matin du Sahara, en el que, con el título La hora de la verdad, le sugería al Gobierno español la posibilidad de que tomase medidas contra la organización saharaui, especialmente al haber calificado Madrid tan rotundamente, como "acto terrorista", la acción del Frente Polisario contra el pesquero El Junquito y la patrullera Tagomago.
El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí, dirigido estos días en funciones por su secretario general (subsecretario), Mohamed Cherkaui, se ha mostrado expectante en los últimos días ante las reacciones españolas con el conflicto. La satisfacción final, mostrada ayer tras hacerse público en la noche del domingo el,comunicado del Gobierno español contra el Polisario, ha estado precedida de cierto triunfalismo por parte marroquí, cuyos dirigentes, "sin abrir la boca", en término empleado por un diplomático destinado en Rabat, han obtenido una victoria en este asunto, que le genera una situación de mayor comodidad con el Gobierno español.
Sin embargo, en medios diplomáticos españoles se teme que la decisión de expulsar al representante del Frente Polisario en Madrid abra un nuevo frente en las dificiles relaciones de España con los países del Magreb, especialmente con Argelia, que apoya al Frente Polisario y mantiene una política enfrentada con Marruecos sobre el futuro del ex Sáhara español.
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