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Reacciones a la expulsión de los saharauis

La flota de pesqueros artesanales canarios se retira del banco sahariano

Javier Rivas

ENVIADO ESPECIALLa flota de pesqueros artesanales canarios se retirará indefinidamente del banco sahariano y quedará paralizada, como medida de presión hacia las administraciones autonómica y central para que se potencien caladeros alternativos y se evite la pesca en una zona en guerra. Esta decisión fue anunciada ayer en Las Palmas por un portavoz de la Agrupación Regional de Armadores de Barcos de Pesca Artesanal de Gran Canaria, y cuenta con el apoyo de armadores de Tenerife y Fuerteventura.

Los armadores plantean, aprovechando la situación creada a raíz del reciente ametrallamiento del pesquero El Junquito, la creación de una pesquería alternativa en Mauritania para esta flota, y la donación por el Gobierno central de ayudas económicas a los artesanales para paliar la falta de rentabilidad mientras se resuelve la situación. La paralización de la flota artesanal puede afectar en conjunto a unas 600 familias. En cualquier caso, el paso del caladero saharaui a la zona mauritana supondrá para la flota artesanal una pérdida de rentabilidad próxima al 20%, según fuentes del sector.

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En el día de ayer ningún pesquero artesanal abandonó el puerto de Las Palmas, y se prevó que los que se hallan faenando regresen a media marea a medida que vayan cubriendo gastos. Mantener amarrada por largo tiempo toda la flota se presenta más problemático, dado que los armadores no podrían afrontar las deudas contraídas. Tal decisión encontraría también la resistencia de las tripulaciones, para las que salir a faenar es su único medio de vida.

Según la agrupación de armadores, la obligatoriedad de pescar fuera de las 12 millas hace que la rentabilidad de la flota sea nula, y es lo que obliga a no respetar dicha norma y acercarse más a la orilla con los riesgos que ello comporta. Opinan asimismo, en un comunicado difundido ayer, que "la decisión del Gobierno de expulsar a los saharauis del territorio nacional puede hacer empeorar la situación y dar como resultado más incidentes y el tributo de más vidas por malas decisiones políticas". La nota indica que el Gobierno, después de expulsar a los sahatauis, no puede "decir a la gente que sigan pescando".

Pescadores de los artesanales consultados por este periódico mostraron su temor de que la paralización, que en la mañana de ayer aún desconocían, se traduzca en un paro masivo en el sector. Igualmente, opinan que la decisión del Gobierno de expulsar de España a los miembros del Frente Polisario y de cerrar su oficina en Madrid provocará una respuesta de dureza por parte del Polisario contra los pesqueros. "El Gobierno no se da cuenta de que las balas vienen hacia nosotros", era la opinión más repetida.

Funeral

Por otra parte, en la mañana de ayer se celebró el funeral y la inhumación de los restos del contramaestre de El Junquito, Guillermo Batista Figueroa, muerto en el ametrallamiento del barco. El entierro estaba previsto en un principio para las once de la mañana (hora peninsular española), pero se retrasó cuatro horas, debido a una descoordinación a la hora de realizar la autopsia y el traslado del cadáver. Al entierro asistieron todos los tripulantes de El Junquito, armadores y dotaciones de otros barcos de la flota; y, en representación oficial, el delegado del Gobierno en la comunidad autónoma y gobernador civil de Las Palmas, Eligio Hernández.

Permanece hospitalizado el marinero Jacinto Rodríguez, que sufrió la pérdida de audición en un oído y lesiones de carácter leve.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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