El Kremlin refrenda oficialmente la política económica de Hungría
Una "total unidad de puntos de vista" en todos los temas discutidos coronó ayer la reunión mantenida en Moscú por el líder soviético Mijail Gorbachov, y el jefe del partido comunista húngaro, Janos Kadar, según el comunicado oficial difundido por la agencia Tass. El comunicado pone de manifiesto, en opinión de fuentes diplomáticas occidentales, que la experiencia húngara -con mayor peso de la iniciativa privada en la economía y mayor descentralización empresarial que en la URSS- sigue gozando del beneplácito del Kremlin, pese a algunos confusos indicios el pasado verano.
Kadar, que se reunía por primera vez con Gorbachov en un marco bilateral desde que éste subió al poder, el pasado marzo, permaneció apenas 24 horas en Moscú, en una estancia calificada como "visita amistosa de trabajo" Tras el dirigente húngaro, cuya última visita oficial a Moscú tuvo lugar en 1983, en tiempos de Andropov, a Gorbachov sólo le queda entrevistarse, con el rumano Nicolae Ceaucescu para completar la serie de encuentros con los máximos líderes de los Estados aliados de la URSS. Éstos se reunieron conjuntamente en marzo pasado en Moscú con ocasión del funeral de Konstantín Chernenko.Gorbachov y Kadar discutieron sobre cooperación económica soviético-húngara en el marco del Comecon (mercado común socialista) y sobre política internacional, un campo en el que Kadar dio pleno apoyo a las iniciativas soviéticas. Ambos subrayaron la "línea invariable" de sus respectivos partidos para "continuar profundizando las relaciones soviético-húngaras en todos los terrenos sobre la base del marxismo-leninismo y el internacionalismo socialista". Especial atención se dedicó, según el comunicado, "a la necesidad de aumentar la efectividad de las relaciones económicas".
Los máximos representantes de Hungría y la URSS se pronunciaron por una "utilización más completa" de "todas las posibilidades de la gestión planificada socialista y una activa afirmación de los valores (...) del sistema socialista teniendo en cuenta la experiencia común y las peculiaridades nacionales". Fuentes diplomáticas occidentales atribuyen gran ímportancia a esta expresión, que indica el visto bueno de Moscú al modelo de desarrollo húngaro. El pasado junio, un artículo aparecido en Pravda, el órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética, exhortaba a una mayor cohesión de los Estados del bloque socialista, y señalaba que el "imperialismo" trataba de utilizar las peculiaridades de los países socialistas para sembrar la desunión entre ellos. El artículo arremetía contra la introducción de elementos de mercado en la economía y los intentos de los pequeños Estados europeos de jugar un papel mediador entre las grandes potencias, algo que Hungría y la RDA han intentado hacer, al igual que Rumanía, aunque con distinto estilo.
Un artículo polémico
El artículo en cuestión, que se atribuía a Oleg Rakjmanin, vicepresidente del Departamento de Relaciones con Partidos Comunistas en el Comité Central, tuvo gran repercusión entre los aliados europeos de Moscú. En medios del Este se interpretó como un síntoma de intolerancia del Kremlin hacia las fórmulas específicas de los países aliados. Posteriormente, sin embargo, otro artículo aparecido en la revista Tiempos Nuevos corregía las tesis que más habían alarmado en el texto de Pravda. Tiempos Nuevos reconocía los "intereses nacionales" de los países socialistas y el carácter no siempre armonioso, así como las "contradicciones" en las relaciones entre países socialistas. Señalaba que conjugar intereses nacionales e internacionales "no se consigue de repente".El artículo de Tiempos Nuevos supone, según fuentes diplomáticas occidentales, una disculpa por el de Pravda, y fue reproducido en agosto pasado por el órgano del partido comunista húngaro, Nepzabadsag.
Entre sus objetivos prioritarios, Gorbachov ha subrayado el fortalecimiento de relaciones con la comunidad socialista y una mayor integración en el marco del Comecon. El pasado abril, Hungría y la URSS firmaron un programa de cooperación hasta el año 2000 que prevé la continuación del suministro de energía y combustible por parte de la URSS. Las dificultades de extracción del petróleo y la necesidad de divisas han provocado recortes y encarecimientos en los suministros de petróleo soviético a los aliados europeos. A cambio de su petróleo, Moscú exige ahora productos capaces de competir en el mercado mundial, tal como se había manifestado en la cumbre extraordinaria del Comecon celebrada en Moscú en el verano de 1984.
Una gran actividad
Las relaciones entre Hungría y la URSS han estado marcadas por una gran actividad durante estos últimos meses. En la actualidad, una delegación soviética presidida por el secretario del Comite Central, Víctor Nikonov, se encuentra de visita en Hungría. Nikonov es el responsable de Agricultura en el secretariado del Comité Central.
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