Ana Belén y García Sánchez, en 'la pandilla del faraón'
"El protagonista es siempre un grupo, y en este caso el faraón es una pandilla". La particular visión del director de la película La corte del faraón, de José Luis García Sánchez, con Ana Belén en la cabecera del reparto sobre el costumbrismo español: tiene una lógica que, dicha en clave de humor, implica a todo el que le escucha. "No es ésta una película de autor, es una película de autores. El proceso creativo ha tenido etapas en las que más de uno ha puesto cosas de sí mismo. El colectivismo de la película es, por tanto, deliberado. Yo creo que está en la condición misma del arte popular español. A ver, por ejemplo, ¿qué sainete es una obra de teatro individual? El protagonista es siempre un grupo, porque éste es para los españoles un sistema de defensa. Cada uno podemos ir por nuestro lado, pero cuando la cosa se pone cruda formamos pandilla".
Un día después de presentar a concurso en la sección oficial del festival su película de autores, José Luis García Sánchez hace gala de su equipo en un ambiente de tal tranquilidad que, en comparación con los nervios vividos por otras esquinas, resulta chocante.
Provocando a veces la carcajada, a veces la complicidad, o cuando menos la camaradería en un grupo espontáneo que se forma, entre los que se encuentran Ana Belén, Antonio Banderas y algunos periodistas, José Luis García Sánchez afirma, siempre con humor, que su película, que el jueves se estrena en Madrid, "es como una especie de ajuste de cuentas con el pasado; es algo así como tomarme la venganza por el lado de la risa".
Ana Belén sólo habla de la "satisfacción personal" que le ha proporcionado su papel en La corte del faraón. "Una vez hecho el trabajo, lo demás no me inquieta". La artista no es ajena a la imagen de triunfadora que se ha formado en este país. "Siempre me lo dicen, y algunos hasta insultándome", señala.
La envidia es el motor
El director de La corte del faraón ayuda a Ana Belén a explicarse algo de su éxito. "La verdad es que es buenísima la envidia en nuestro país. Con la pereza que existe y sin la lujuria, la envidia es el motor de nuestros actos. Es como el homónimo del conocido afán de superación de los norteamericanos. Aquí, simplemente se dice, con otras palabras: 'cómo me voy a superar con fulanito".
Ana Belén se ríe, y en el grupo hay un ambiente festivo. A pesar de la situación "espantosa de estar en un festival", opina García Sánchez, "en la que ocurre como inevitable la comparación entre tu película y las otras. Aquí estás como un caballo en el hipódromo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.