Fidel Castro afirma que los países socialistas ayudarían a Latinoamérica si fuera bloqueada por el impago de su deuda

El presidente cubano, Fidel Castro, expresó su convicción personal de que los países socialistas ayudarían a alguno de los países latinoamericanos que se nieguen a pagar su deuda externa si se viesen sometidos a un bloqueo económico como represalia por el impago. Castro realizó esta declaración en el curso de una maratoniana reunión de cuatro horas, en La Habana, durante la clausura del Diálogo juvenil y estudiantil de América Latina y el Caribe sobre la deuda externa, que se reunió cuatro días en la capital cubana.

En el mismo acto de clausura Castro declaró que su propuesta de cancelación de la deuda se refiere a la deuda contraída con todos los países, tanto los socialistas como los capitalistas. También criticó la propuesta del presidente peruano, Alan García, de dedicar al pago de la deuda externa el 10% de las exportaciones, y dijo que esta solución equivale a sustituir eternamente el pago de los diezmos a la Iglesia "por el 10% al Imperio".A lo largo de cuatro días Castro aguantó, sin abandonar la sala ni un momento y con puntualidad prusiana, los discursos de decenas de jóvenes llegados a Cuba desde 32 países y 250 organizaciones, para participar en un nuevo encuentro sobre la deuda. Masones, democristianos, curas y monjas, indígenas, comunistas ortodoxos y guerrilleros, hasta unos chicos rubios de la derecha chilena, se reunieron en La Habana para discutir sobre la deuda.

Las reuniones fueron reiteradas y tediosas, con declaraciones de los participantes llenas de eslóganes y frases voluntaristas, pero Fidel, incansable, seguía en la mesa de la presidencia y no cesaba de tomar notas de lo que decían los jóvenes latinoamericanos. Castro clausuró el encuentro con el sistema de ofrecer a los asistentes la posibilidad de dirigirle preguntas. La intervención de Fidel, en el juego de preguntas y larguísimas respuestas, duró casi cuatro horas, hasta las 0.25 del domingo (6.25, hora de Madrid).

La vicepresidenta del Consejo Municipal de Bogotá, Clara López, había dirigido a Castro, en su intervención de 10 minutos el viernes, una serie de inteligentes preguntas sobre la relación deudora de Cuba con la Unión Soviética y sobre la deuda externa cubana. Las palabras de la joven sobre este punto fueron ignoradas en la versión ofrecida por el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Gramma, pero reproducidas íntegramente el domingo por el periódico Juventud Rebelde.

Relaciones con la URSS

Al filo de la medianoche del sábado, Fidel pidió que Clara López hiciese sus preguntas ante el pleno. La joven colombiana se sentó al lado de Castro y repitió sus preguntas. Fidel aprovechó la ocasión para expresarse extensamente sobre la relación de Cuba y su deuda con los países socialistas, especialmente con la Unión Soviética.

Según el presidente cubano, la relación comercial con los países socialistas asegura a Cuba el pago adecuado por las mercancías que exporta y una relación de este tipo debería ser la base del intercambio comercial en un nuevo orden económico internacional. De forma clara expuso Fidel su convicción de que los países socialistas, a pesar de sus dificultades económicas propias, estarían en condiciones y dispuestos a acudir en ayuda de un país deudor de los importantes, que se viese sometido a un bloqueo económico por negarse a pagar su deuda externa con los países capitalistas. Castro recordó que un bloqueo económico, en las circunstancias actuales, no tendría las características dramáticas del padecido por Cuba.

Durante sus intervenciones, Castro dio todo un recital de ingenio y agilidad mental, abrumó con datos sobre el pago de la deuda, manejó cifras con soltura, sin olvidar las referencias irónicas y chistosas, que provocaron los aplausos de los 600 asistentes.

Sobre la deuda de Cuba, dijo Fidel que su país está dispuesto a pagar aunque todos los países acordasen la cancelación de la deuda externa, porque no se trata de no pagar a México o Argentina lo que Cuba les debe, sino que se lucha precisamente para que esos países y los otros de América Latina liquiden y cancelen sin pagar su deuda actual, que es "impagable". El volumen de la deuda cubana en divisas convertibles, según Castro, no es grave, y los intereses solamente alcanzan el 5% de las exportaciones totales de Cuba y el servicio de la deuda (intereses más amortización) asciende al 9% de las exportaciones.

Superman y Carlos Marx

En otro momento de su intervención Fidel expresó su prioridad en la lucha por la independencia nacional de América Latina por encima de la conquista del socialismo, y dijo que no tenía inconveniente en esperar 30 años más a la caída del capitalismo si se conseguía antes la independencia. Según Fidel, "no se puede construir el socialismo si no somos independientes. Mientras niños y madres creen en Superman, es difícil que crean en Carlos Marx".

Se refirió Castro en relación con la lucha por el socialismo a que hay que evitar los clichés, "hay que abrir los ojos y poner la luz larga", y dijo que no le importa que le califiquen de "sacrilegio del marxismo". Al mismo tiempo criticó a los dogmáticos que "van con luz corta". En este contexto Fidel hizo una alabanza de la teología de la liberación y dijo que "siento que el movimiento revolucionario de América Latina ha recibido el aporte de la teología de la liberación, porque mucha gente de América Latina cree en Dios y no cree en Superman".