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La 'movida', en el escaparate

Publicaciones europeas y norteamericanas se han ocupado este verano de la cultura española

CARLOS IRIART, Los principales diarios y revistas internacionales, en Europa y Estados Unidos, han decidido prestar atención a la cultura española este verano. La consabida reseña turística fue reemplazada en esta ocasión, o al menos completada, por grandes reportajes en los que se elogió el "renacimiento cultural de España" y el dinamismo y vitalidad del país de la llamada movida. El tópico de las castañuelas y el fandango dejó por esta vez paso a una nueva imagen, en la que Narcís Serra, los bares a la page, los diseñadores de moda y la mitología madrileñista conviven en alegre promiscuidad de papel impreso.

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El diario belga Le Soir publicó en agosto cuatro reportajes sobre el "renacimiento cultural español tras 40 años de oscurantismo". Por su parte, The New York Times asegura que tras la irrupción de la movida "ha renacido la tradición de vanguardia que una vez encabezaron Picasso y García Lorca". En la misma línea, el corresponsal de Newsweek insiste en ese renacimiento. La publicación inglesa Rolling Stones y la francesa Le Nouvel Observateur titularon sus respectivos trabajos The new Spain y ¡Viva la movida!.Bob Spitz, de Rolling Stones inicia su reportaje citando a un taxista madrileño, que le informa de que el rock estuvo prohibido en España hasta hace 10 años. La frase es la antesala para que Spitz explique que los jóvenes protagonistas de la actual movida son el reemplazo cultural del franquismo. Por su parte, Newsweek dice que Ias artes florecen tras décadas de represión".

Un periodista madrileño contaba que este verano un amigo turista norteamericano puso un callejero de Madrid en su mesa y preguntó: "¿Dónde es la movida?". La revista Rolling Stones le había dado el santo y seña, pero llevaba una semana en Madrid sin encontrarla.

Menos ambigua ha sido la guía madrileña que publicó The New York Times en agosto. Junto a las consabidas recomendaciones sobre el Madrid de los Austrias, El Prado y las sugerencias gastronómicas, este año propone un recorrido por las catedrales de la movida. Las tiendas de Adolfo Domínguez, Sybila y Agatha Ruiz de la Prada comparten el honor de la mención con bares informales y de ambiente gay. El diario afirma que Ias calles de Madrid, especialmente de noche, están llenas de jóvenes vestidos a la moda, luciendo estilos desde el punk hasta el James Dean's look".

Le Soir propone un itinerario por el Madrid posmoderno con recomendaciones de estilo incluidas: "Para ser admitido no se debe criticar al futbolista Butragueño, al campeón de motociclismo Ángel Nieto ni al jugador de baloncesto Corbalán", dice.

'Movida' y socialismo

Sin embargo, The New York Times no tiene empacho en hablar de Madrid como "la capital del mundo" o "el lugar donde hay que estar", mientras que Le Soir reproduce una declaración pronunciada por Andy Warhol durante su visita madrileña en la que afirma: "Si no tuviese que trabajar en Nueva York me quedaría aquí".

Los juicios más curiosos quedan a cargo de Elizabeth Schemia, que desde las páginas de Le Nouvel Observateur asegura: "La movida tiene el sello excéntrico de los homosexuales. Es una bolsa en la que, entre líneas de coca, litros de ron y música estridente, algunos hacen obras de creación y otros simplemente recrean". A la hora de cuantificar los resultados de sus investigaciones, Schemla tampoco se muestra tímida: "En Madrid hay más de 300 grupos rockeros", asegura, y a continuación destaca el interés de los "1.500 diseñadores de moda", cifras que convertiría a la ciudad en la ciudad más bailona del globo y con el porcentaje más elevado de modistas cultos por kilómetro cuadrado.

Sólo Le Soir repara en el marco socioeconómico que ha prohijado a la movida, al recordar que el 22% de la población activa de Madrid se encuentra en paro.

La mayoría de los reportajes insisten en señalar que el auge de la movida y el renacimiento ha coincidido con la instauración del Gobierno socialista, y que se trata de una respuesta cultural desarticulada a la inmovilidad del franquismo.

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