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Barricadas y firmas contra Pinochet en las calles de Santiago marcaron la jornada de protesta

Grupos de radicalizados habitantes de las barriadas pobres de Santiago se enfrentaron ayer con la policía mientras miles de adherentes a la moderada Alianza Democrática recolectaban en el centro de la ciudad firmas para la transición a la democracia durante la jornada de protesta contra el régimen militar convocada por la oposición. Un joven de 16 años murió a consecuencia de un balazo recibido durante las manifestaciones callejeras. El transporte público mermó considerablemente y la actividad escolar fue casi nula, en respuesta al llamamiento opositor. Barricadas en las poblaciones obreras generaron incidentes que dificultaron el normal tránsito de vehículos.

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La agencia Efe, citando fuentes oficiales, informa que Juan Eduardo Pardo, de 16 años, murió de un balazo en un confuso incidente cuando grupos de manifestantes ingresaron en el centro de promoción Lucia Hiriart, que lleva el nombre de la primera dama de la nación, con la intención de provocar destrozos. Desde la madrugada del 4 de septiembre -fecha simbólica en la democracia chilena, en la que se celebraban cada seis años las elecciones presidenciales-, tropas del Ejército tomaron el control de puntos claves, como avenidas, puentes, gasolineras y estaciones de metro.En los suburbios de la capital estallaron 16 artefactos explosivos de poca consideración y siete autobuses fueron incendiados. En el centro de Santiago, en cambio, miles de partidarios del Acuerdo nacional para la transición a la plena democracia concurrieron a darle publicidad en sedes de sindicatos, colegios profesionales y plazas públicas, siendo repelidos por la policía con camiones cisterna.

Lajornada de ayer fue respaldada por lospartidos que integran el Acuerdo, que propuso acciones pacíficas y pidió evitar provocaciones, y por el izquierdista Movimiento Democrático Popular (MDP), que convocó a copar las calles y realizar mítines y barricadas de autodefensa.

El Comando Nacional de Trabajadores había convocado la protesta de ayer hace un mes, pero el lunes se adhirió a una petición del arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Fresno, y pidió a sus partidarios que eviten actos violentos que pongan en peligro el recientemente alcanzado Acuerdo nacional.

Los representantes de los 11 partidos políticos del Acuerdo se reunieron en la sede del Colegio Médico para ratificar su adhesión. En todos los colegios profesionales, hasta el mediodía, se habían recogido más de 20.000 firmas. Los manifestantes exhibían una pancarta con la leyenda "Fin a la dictadura, firme el acuerdo".

Fue notoria la ausencia de vehículos transitando por las calles céntricas. También hubo mítines relámpago en distintos puntos de la alameda Bernardo O'Higgins, la principal avenida de la capital chilena. El acceso a los suburbios estaba cortado desde el mediodía por los incidentes protagonizados por grupos radicalizados.

Desde el día anterior, los 60.000 habitantes del barrio de La Victoria realizaban actos conmemorativos por el primer año del asesinato del sacerdote francés André Jarlan. Aunque el cardenal Juan Francisco Fresno suspendió una misa en la catedral para prevenir focos de tensión, los vecinos siguieron adelante con su programa, que incluyó banderas en las casas en señal de duelo, marchas por el interior de la urbanización, exposiciones sobre la vida del sacerdote y velatorios masivos en las calles de La Victoria.

Columnas de manifestantes que trataron de marchar desde las poblaciones vecinas fueron violentamente reprimidas por fuerzas policiales. Los pobladores, a su vez, resistieron con barricadas. En el interior de La Victoria, la gente cavó fosos a lo ancho de las calles sin pavimentar para impedir el acceso de los vehículos policiales.

[También se produjeron ayer manifestaciones de protesta en la ciudad de Arica, a 2.000 kilómetros al norte de Santiago, y en Concepción, un centro industrial a 500 kilómetros al sur de la capital informa Reuter. Los grupos de protesta fueron disueltos por la policía y tropas del Ejército que patrullaban las calles.]

La policía había detenido la víspera a unos 100 estudiantes secundarios y universitarios que ocuparon varios centros docentes, quemaron neumáticos e interrumpieron el tráfico. El Gobierno suspendió las clases en las universidades de Santiago, de Valparaíso y de Tarapacá (Arica).

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