Cerca de ningún lugar

Después de dejar atrás una carretera asfaltada y otra de gravilla, se llega al lugar de la excavación a través de un camino casi intransitable cerca de una pequeña villa compuesta por algunas chozas. Cuando parece que este camino no llega a ningún lugar, se llega a En bas Saline.Gran parte del área central está nivelada y libre de obstáculos. Esto parece coincidir con lo que Colón anotó en su diario sobre una bien diseñada plaza central en la villa del cacique Guacanacaric, capaz para albergar a 2.000 hombres. La parte central está ligeramente elevada, tal vez porque en ese lugar estaba la casa del jefe indio.

Cerca de ella se encuentra la conformación que parece haber sido el pozo, con lo que se ha dado en pensar que probablemente los españoles construyeron su fortín cerca del cacique para poder mantenerse vigilados. Todo esto parece difícil de visualizar, excepto a través de los ojos de los arqueólogos. El terreno está dividido ahora por ciertos cultivos nativos. Éstos constituyen la única fuente de alimentos de la gente de la zona, por lo que los arqueólogos tienen cuidado de no dañarlos.

Hodges y después los arqueólogos estadounidenses han encontrado indicios de un poblado arauaco. Restos de moluscos, huesos de animales, herramientas de piedra y conchas y cazos de barro cocido constituyen la mayor parte de este botín. Las piezas de cerámica corresponden a un período inmediatamente anterior o inmediatamente posterior a la llegada de los españoles. Se ha encontradoo una especie de gran anillo de restos, posiblemente formado por los desperdicios que los arauacos tiraban detrás de sus casas. El anillo tiene un paso limpio, que quizá fue el camino de salida de la población hacia el río y el paso por el que Colón llegó a pedir ayuda a Guacanacaric para sus hombres.