La CGT argentina pide al Gobierno retrasar cinco años los pagos

El pleno nacional de la Confederación General del Trabajo (CGT), reunido el martes en Buenos Aires, resolvió declarar una huelga general para el 29 de agosto y una marcha sobre la plaza de Mayo para "exigir al Gobierno el abandono definitivo de la actual política recesiva impuesta por los centros del poder financiero transnacional y adopte la de crecimiento nacional con justicia social". Propuso, además, exigir al Fondo Monetario Internacional una moratoria de cinco años en el pago de la deuda externa.Sin embargo, el gobierno argentino de Raúl Alfonsín hizo público ayer su rechazo a la alternativa de una moratoria para el pago de la deuda exterior porque implica "mayores costos políticos y económicos en el contexto internacional". Así lo manifestó ayer José Machinea, secretario de política económica, en una reunión con la Unión Industrial Argentina.

Los delegados declararon a todas las organizaciones gremiales en estado de "movilización total". La CGT convocará a reuniones de esclarecimiento público con todos los partidos políticos y fuerzas vivas del país. El extenso documento hecho público tras la reunión, ayer por la tarde, aclara que la convocatoria es "para unificar criterios y concretar acciones comunes en la defensa y reactivación de la producción y el trabajo".

El documento contiene en total 21 puntos, de los que los 11 centrales son: deuda externa, reordenamiento financiero, movilización productiva, vivienda popular, exportaciones, inversión pública reactivadora, defensa y recuperación industrial, federalismo económico, promoción de la inversión privada, ordenamiento constitucional, legalidad y justicia social.

Concentrar recursos

La moratoria de la deuda externa se propone corno medida necesaria "para aplicar todos los recursos nacionales a la inmediata reactivación de la economía". La CGT insiste en que el sistema financiero debe actuar al servicio del país a través de un banco central que oriente el crédito, privilegiando las actividades productivas.El documento finaliza exigiendo que el Gobierno declare "cuanto antes" la caducidad de las disposiciones dictatoriales que anularon las leyes democráticas de organización sindical. Uno de los dos secretarios generales de la CGT, Saúl Ubaldini, aclaró que el reclamo de la moratoria en los pagos de la deuda externa se decidió "en base a las exigencias de la usura internacional que nos ahoga". Por otra parte, Ubaldini no sólo ratificó que la CGT apoya la ola de conflictos desatados en los últimos días, sino que los avala como "entidad madre" de todos los trabajadores.

El anuncio de la huelga general para el 29 de agosto se efectuó con tiempo suficiente para que el Gobierno intente reabrir el diálogo para un pacto social con los sindicatos. Ayer estaba prevista la convocatoria de la llamada Conferencia Económica y Social, donde las partes podrán negociar sus posiciones. El Gobierno ha advertido que por ninguna causa modificará la orientación del plan de ajuste que comenzó a aplicarse desde mediados de junio.