Los 'gigantes' de La Mancha serán restaurados
Los molinos de viento de La Mancha, símbolo de la arquitectura popular de esta comarca e ilustre imagen -tópico aparte- del célebre texto cervantino, van a ser restaurados y hasta, en algún caso, levantados de nuevo, mediante su reconstrucción, a partir de sus maltrechas ruinas. Estos viejos gigantes de muros encalados, pese a que hay lugares que los han rehabilitado como museos, sufren el general abandono de tantas cosas valiosas pero en desuso.
Paralelamente a la rehabilitación, hay incluso proyectos aquí para crear un centro internacional de investigación dedicado en concreto al estudio de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
En la actualidad, los mejores y últimos ejemplos de esta forma arquitectónica, abundantísima en toda la geografía manchega desde la segunda mitad del siglo XVI, en que comenzó su implantación (el nacimiento data del siglo XI), las puede contemplar el viajero en Campo de Criptana -su famoso cerro de La Paz- y Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Consuegra, Madridejos y El Toboso (Toledo), y Mota del Cuervo (Cuenca).
Iniciativa de alcaldes
La iniciativa rehabilitadora ha surgido de algunos alcaldes de la comarca, entre los que se encuentran los de Mota del Cuervo, cuyo edil, Rafael Giménez, es uno de los pioneros; Alcázar de San Juan, Consuegra, Campo de Criptana y Herencia.La Junta de Castilla-La Mancha se interesó también por la idea, concediendo hace unos meses la cantidad de 11 millones iniciales para tal fin. Esta cantidad de dinero ha sido considerada insuficiente por Rafael Giménez, quien ha afirmado: "En principio nos parece estimable y digna de resaltar, porque es un primer paso importante para iniciar toda una dinámica de restauración de esta seña de identidad que es el molino de viento, y entre todos conseguir logros que favorecerán el desarrollo cultural, turístico e incluso económico de nuestra región".
Entre las causas que han llevado a la degradación que presentan hoy los molinos está su emplazamiento, siempre a las afueras de los pueblos, y en lugares elevados favorables al viento, las inclemencias meteorológicas y, como indica Miguel Ángel Reguillo, alcalde de Alcázar de San Juan, "la mala disposición que tenía la gente hacia su conservación".
Esa deuda moral va a ser paliada y asumida, de forma colectiva, por los municipios manchegos, que, en una primera inversión de medio millón de pesetas por parte de cada Ayuntamiento, restablecerán la parte correspondiente a albañilería, quedando la estructura y elementos de madera, más difícil por la reconstrucción artesanal que conlleva, para un momento posterior.
En Herencia, en la provincia de Ciudad Real, se da la particularidad de que los propios vecinos van a colaborar en la recuperación de los siete molinos de viento que salpican la cercana sierra de la Horca, después que su Ayuntamiento aprobara, en su día, las correspondientes obras. La alcaldía herenciana, que al mismo tiempo quiere ganar unos puestos de trabajo en las labores de reconstrucción, habrá de proceder a la adquisición de los molinos, que son propiedad particular.
Más allá de las actividades restauradoras surgió -pensando en el poco promocionado turismo de la región- el proyecto de creación de un centro de investigación del Quijote, con carácter internacional y vinculado a la presencia remozada de los molinos manchegos.
Para sus promotores vendría a ser un centro de iniciativas culturales de Castilla-La Mancha, en el que participarían el Gobierno central, la autonomía y los municipios.
En principio, más de 30 molinos, la mayoría de ellos con nombre propio, verán su imagen renovada, incluidas sus desaparecidas aspas de madera. En Ciudad Real ya se anuncian las primeras asociaciones de amigos de los molinos.
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