"No hay revolución sin transformaciones políticas y sociales", afirma Álvarez Junco
"En las explicaciones científicas actuales sobre las revoluciones debe tenerse en cuenta que no hay revolución sino confluyen dos fenómenos: por una parte, unas transformaciones políticas, que suelen ser violentas, y por la otra, una serie de transformaciones en las relaciones sociales". Estas condiciones han sido señaladas por José Álvarez Junco, director del encuentro sobre Revolución y cambio en las sociedades industriales, que fue clausurado el pasado miércoles en la universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.Álvarez Junco, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Políticos y Sociales de la universidad Complutense de Madrid, explicó que el concepto de revolución no está claro, pero, en lo que se puede conocer, "no existe una revolución sin la confluencia, al menos, de estas dos condiciones, porque ni son revoluciones las luchas de palacio, los golpes de Estado o los cambios de poder en sí, ni las largas mutaciones sociales por las que se pasa de una sociedad a otra".
La violencia revolucionaria
Otro de los aspectos de las revoluciones sobre el que Álvarez Junco quiso llamar la atención, se centra en una explicación psicoantropológica de la violencia revolucionaria. "Esta violencia se desencadena porque existen grupos organizados que rivalizan con el poder político o la violencia organizada. Habría que plantearse si en toda revolución no hay una explosión de agresividad acompañada de frustraciones".Para el profesor Santos Juliá, del departamento de Teoría e Historia de los Sistemas Sociales en la universidad Nacional de Educación a Distancia, las revoluciones deben estudiarse mediante una metodología de comparación, no sobre ideas o conceptos, sino sobre procesos históricos empíricamente investigados.
"En cualquier caso las teorías que expliquen las revoluciones y cualquier otro fenómeno histórico y social, han de ser por fuerzas parciales puesto que no hay ninguna que explique el fenómeno globalmente".
La multiplicidad de causas de la revolución fue el tema destacado por Manuel Pérez Ledesma, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Madrid. "Lo que se impone es crear una tipología adecuada y aplicada a las revoluciones y a las rebeliones (las revoluciones que han fracasado)".
Por su parte, Ludolfo Paramio, profesor de Cambio Social en la universidad Complutense de Madrid y último participante en el encuentro sobre Revolución y cambio en las sociedades industriales, ha mantenido a lo largo de sus intervenciones que a lo único a lo que se puede aspirar en relación con las revoluciones es a elaborar modelos, "porque las revoluciones son acontecimientos, no procesos; son acontecimientos históricos concretos y singulares que no se pueden predecir".
Paramio se ha manifestado partidario de excluir las sociedades de capitalismo avanzado como marco idóneo para que se produzcan revoluciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.