_
_
_
_

Cuatro fotógrafos explican y muestran su obra en Cuenca, en un seminario sobre el retrato

Fotografía: el arte del retrato ha sido el tema monográfico de un seminario de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Cuenca, celebrado a lo largo de la semana pasada, en el que se ha presentado la obra personal de cuatro fotógrafos: José Miguel Oriola, Humberto Rivas, Eva Rubinstein y Alberto Schommer, que han explicado sus planteamientos filosóficos, predominantemente freudianos, sobre el retrato.

Como complemento del seminario se ha exhibido, paralelamente, una muestra conjunta de retratos fotográficos de los cuatro artistas -18 de cada uno de ellos- en la sala de exposiciones de que dispone la Caja Postal en la capital conquense.El objeto de ambos acontecimientos, exposición y seminario consistía en estudiar soluciones, planteadas ya a priori por los artistas invitados con un aval de reconocimiento y calidad unánime, al retrato dentro de la fotografía; ejercicio éste que ocupa el pináculo de la consideración artística de una profesión alimentada por el exuberante comercio de la publicidad.

Aparte del trabajo, no exento de cierta plusvalía artística con frecuencia, que atiende a las necesidades del bolsillo de los fotógrafos, "surge una obra personal adicional que permite al artista expresarse y que le satisface"; así lo entiende José Puga, al reflejarse a sí mismo en los re tratos que ha plasmado el objetivo de su cámara. Todo ello se desarrolla en un proceso calculado semiinconscientemente que llega al éxito en el momento en que el retratado se desnuda ante la cámara, pierde la máscara y queda sin defensas ante la máquina del fotógrafo. Ese instante, según admiten unánimemente Rubinstein, Rivas o Schommer, es el que se ha de arrebatar al modelo para conservar de él la imagen de una fracción de segundo con más contenido e información sobre aquel ser.

Pese a ello, José Puga, galerista de arte e ingeniero industrial, que ha dirigido este encuentro considera que "el fotógrafo profesional no es un voyeur, sino todo lo contrario: un exhibicionista que para conocer a los demás primero ha de sincerarse consigo mismo".

Rubinstein apunta la importancia de colocar al sujeto fotografiado dentro de su propio ambiente para lograr el óptimo resultado en su trabajo, aunque ello sólo sea posible cuando el portador de la cámara consigue desarraigar al modelo.

Retratarse en un retrato, Con una mirada crítica y El compromiso del retrato, temas escogidos por Rivas, Schommer y Rubinstein, respectivamente, para hablar de sí mismos y de sus producciones, denotan ya esa preocupación filosófica que les compromete en su trabajo y que subrayó la licenciada en Filosofía Nelly Schnaith, encargada de la clausura del seminario.

Al cabo se abrieron nuevos problemas en el vago intento de teorizar sobre el retrato fotográfico, ya que los invitados explicaron su obra y sus experiencias particulares con argumentos alejados de posturas dogmáticas. Nelly Schnaith cumplió con el intento de "reunir material plástico con grandes teorías del pensamiento contemporáneo que no fueron explícitamente postuladas para ser aplicadas a la fotografía, pero, sin embargo, cuando se aproximan, encajan y se enriquecen mutuamente".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_