Miles de personas llegan a Pamplona para terminar los 'sanfermines'
Pamplona está a la espera de la avalancha de este fin de semana en el que la ciudad acogerá a los miles de visitantes que llorarán el tradicional "pobre de mí" con el que mañana finalizarán las fiestas.En el sexto encierro celebrado ayer, con toros de la ganadería de José Cebada Gago, de Paterna de la Rivera, sólo hubo que registrar dos contusionados. Las reses invirtieron se seis minutos y cuarenta segundos en el trayecto. Sólo corrieron cinco toros ya que el sexto fue rechazado por los veterinarios. Los cabestros, que arroparon en todo momento a los toros bravos, imprimieron desde el comienzo un ritmo vertiginoso a la carrera, que no se mantendría al final.
Muchos corredores realizaron carreras cortas en la cuesta de Santo Domingo. La manada iba muy estirada y permitía a los mozos correr sin excesivos problemas. En la plaza del Ayuntamiento uno de los toros arrolló a un mozo que sólo sufrió contusiones. En la calle de la Estafeta, con menos corredores que otros días, el mocerío pudo realizar con holgura carreras más largas. A la entrada de la plaza de toros se produjo el único momento de peligro al caer unos corredores y crear montón pero los toros lo salvaron noblemente.
Los heridos en los encierros celebrados hasta el momento han experimentado una sensible mejoría. Victoriano Undiano Egea, herido de gravedad el pasado jueves al ser corneado en una pierna, evoluciona favorablemente al igual que Rafael Muniáin Sánchez, cogido espectacularmente en el callejón de entrada a la plaza de toros.
El alcalde de Pamplona, el socialista Julián Balduz, impuso ayer el pañuelo rojo de San Fermín a los alcaldes de Córdoba, Logroño, Vitoria y Zaragoza.
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