Sudán solicita oficialmente a Egipto la extradición de Numeiri

El Consejo de Ministros sudanés, reunido el miércoles en Jartum bajo la presidencia del general Swaredahab, jefe del Estado, decidió solicitar oficialmente a Egipto la extradición del ex presidente Jaafar Mohamed al Numeiri, que reside en El Cairo desde que fue depuesto el pasado mes de mayo, según informó la agencia sudanesa de noticias Suna. Esta petición y el previsible rechazo egipcio a entregar a Numeiri puede contribuir a empeorar las relaciones entre los dos países, hasta hace unos meses estrechos aliados.El Gobierno sudanés, que concluyó el lunes un importante acuerdo militar con Libia, parece hacer una cuestión de honor de lograr la extradición de Numeiri y, según la agencia citada, "si Egipto no lo entrega, lo juzgarán de todas maneras en rebeldía". Unas 40.000 personas desfilaron el sábado pasado ante la Embajada egipcia en Jartum para pedir la extradición del ex presidente, según la misma fuente.

El tratado militar entre Libia y Sudán, que prevé la cooperación logística y técnica libia para la defensa marítima y aérea de Sudán y el entrenamiento de militares sudaneses en las escuelas militares libias, así como suministro de equipo militar para las fuerzas sudanesas por Libia, ha preocupado enormemente en Egipto, donde se considera una amenaza para su seguridad que un país como Sudán, retaguardia de Egipto, pueda pasarse al campo de los adversarios, como es Libia.

Sudán y Egipto están ligados por un tratado de amistad y cooperación que data de 1973 y que comprende una parte civil y otra militar. Aunque el régimen militar de Jartum no ha hablado de denunciar ese tratado, parece obvio que la alianza militar de Sudán con Libia lo invalida en gran medida. La Prensa egipcia ha atacado al líder libio, Muammar el Gaddafi, y le ha acusado de intentar tender un cerco a Egipto. Le responsabiliza también de numeroso atentados frustrados en El Cairo y de alimentar incluso a la agitación islámica actual, que está haciendo zozobrar los cimientos mismos del régimen.Libia ha tomado represalias y ha expulsado a todos los trabajadores emigrados a Libia de nacionalidad egipcia, unos 4.000. El diario cairota Al Ajbar afirmaba el martes que "el problema de los trabajadores expulsados no es lo más importante, pues Egipto puede asumir mano de obra calificada", sino los "intentos desestabilizadores" de Gaddafi.

Atención en Rabat

En Marruecos, donde la alianza militar de Libia con Sudán causa un cierto embarazo, y la Prensa, con excepción de la de oposición apenas si se refiere a ella, se sigue con atención esta evolución, que, por tratarse de alianzas militares y antioccidentales o contra los regímenes moderados árabes, como la recién concluida entre Libia e Irán, colocan al rey Hassan II en la necesidad de definir de una vez por todas en qué campo desea estar su país.Con motivo del 56º aniversario del monarca, el pasado 9 de julio, el coronel Muammar el Gaddafi le envió un telegrama muy efusivo en el que reafirma la "profundidad y la solidez de las relaciones históricas que unen al pueblo árabe libio y al pueblo marroquí hermano, relaciones que nos llevaron a firmar el tratado de Uxda y nos conducen hoy a una acción común para consolidar la unión para construir el futuro común de árabes y musulmanes".

Esta efusividad no ha impedido, sin embargo, que el tratado entre Libia e Irán y la ruptura de relaciones diplomáticas de Libia con Irak, un país amigo de Marruecos, haya dado un duro golpe a los intentos del rey Hassan II de reunir una cumbre árabe extraordinaria en Rabat para finales de este mes.

En su discurso tradicional del 9 de julio, con motivo de su cumpleaños, que en Marruecos es considerado Fiesta de la Juventud, el rey Hassan II de Marruecos reiteró su interés por que esa cumbre se celebre, y dijo que no se trata de discutir en ella solamente del problema de los palestinos en Líbano, sino de los palestinos y de Palestina en general, "porque éste es el problema fundamental de los árabes".