_
_
_
_

Funcionarios de EE UU informan que las dos superpotencias acercan sus posiciones en Ginebra

Francisco G. Basterra

La Unión Soviética ha sugerido por primera vez que estaría dispuesta a aceptar una investigación, puramente científica y limitada al laboratorio, de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), lo que permitiría desbloquear las negociaciones de Ginebra, informaron altos funcionarios estadounidenses, citados por The New York Times

.

El diario informó también que miembros de la delegación soviética en las negociaciones han comunicado informalmente a sus homólogos norteamericanos que Moscú no aceptará, sin embargo, el desarrollo y las pruebas de los resultados de la investigación sobre la polémica Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), que impide un acuerdo sobre reducción de armas nucleares entre las dos superpotencias. El Departamento de Estado dijo ayer que la información de The New York Times parecía estar basada más en "un deseo anticipado que en la realidad", pero precisó que si la URSS acepta en Ginebra la permisividad de la investigación en la guerra de las galaxias, "lo acogeríamos positivamente".

La sugerencia de un cambio en la posición de Moscú se produce justo cuando acaba de anunciarse que el presidente de EE UU, Ronald Reagan, y el máximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, se reunirán en Ginebra el próximo mes de noviembre. Altos funcionarios admiten que si Gorbachov propone finalmente un compromiso de este tipo, su primera iniciativa importante en política exterior, colocaría en una situación delicada a Ronald Reagan, que se vería presionado a reconsiderar su actual posición de no aceptar ninguna limitación sobre el sistema de defensa espacial.

Hasta ahora la línea del secretario general del Partido Comunista de la URSS (PCUS) ha sido exigir que EE UU abandone el proyecto SDI, y hace sólo dos semanas amenazó con retirarse de las negociaciones de Ginebra, afirmando que Reagan sólo persigue ganar tiempo para proseguir el rearme.

Washington espera, sin embargo, desde hace tiempo que el, nuevo líder soviético formule una propuesta que le conceda la iniciativa en la guerra de propaganda que libran las dos superpotencias, que se redoblará en los cinco meses que quedan hasta la anunciada cumbre. El dinamismo y la audacia de Gorbachov, reflejados en la rápida consolidación de su poder, preocupan en Washington, que hasta ahora estaba acostumbrado a tratar con una dirección soviéti ca esclerotizada. A pesar de que el tono verbal entre las dos superpotencias sigue siendo muy duro (el lunes Reagan acusó a la Unión Soviética de prestar apoyo al terrorismo internacional), los dos países han alcanzado acuerdos en las últimas semanas sobre prohibición de pruebas simultáneas de sistemas de misiles antibalísticos y de defensa aérea y acerca de la utilización del teletipo rojo para intercambiar información sobre amenazas nucleares de terceros países o terroristas.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La Administración de Reagan continúa dividida sobre si EE UU debe aceptar un compromiso sobre la guerra de las galaxias, reduciendo de algún modo el ambicioso alcance actual del proyecto, que persigue establecer un escudo sobre el territorio norteamericano, a cambio de una disminución importante en el número de los misiles ofensivos estratégicos soviéticos. Un miembro de la Administración dijo que la propuesta informal de Moscú demuestra un mayor "refinamiento" de la posición del Kremlin, aunque aún es inaceptable para Estados Unidos. La sugerencia, hecha hace dos semanas en Ginebra, permitiría a Washington proseguir la SDI con todo tipo de investigación de laboratorio. Cualquier prueba específica no sería, sin embargo, tolerada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_