Concluye la quema de 41 bidones de material contaminado por la fuga de dioxina de Seveso

La incineración de 41 bidones que contenían más de 2.000 kilos de material contaminado por la fuga de dioxina ocurrida en 1976 en Seveso (Italia) finalizó el pasado viernes a las trece horas en Basilea (Suiza). De esta manera concluyó el proceso iniciado el pasado lunes en los laboratorios de la multinacional suiza Ciba Geigy.

Según el vicepresidente del comité de dirección de esta empresa, Alexander Krauer, "esta iniciativa no ha supuesto ningún ingreso para la compañía". Los residuos eliminados pertenecían a la multinacional suiza Hoffman-Laroche, cuya sede está también en Basilea.Las autoridades helvéticas consideraron que ya que una empresa de esta ciudad había causado el accidente de Seveso -que obligó a la evacuación de miles de personas y produjo enfermedades a centenares de personas y la muerte de 83.000 animales-, debía ser otra factoría de la misma ciudad suiza la que destruyera el material contaminado. Por este motivo se desecharon otras dos posibilidades para incinerar los residuos, que contenían en total 200 gramos de dioxina, en la propia Confederación Helvética.

De esta manera, el horno instalado a orillas del Rín, y perteneciente al complejo Klybeck de Ciba Geigy, fue el elegido para la destrucción de los residuos, hecho que no ha provocado alarmismo entre los habitantes de esta ciudad fronteriza con Francia y la República Federal de Alemania. Varios grupos de científicos, en representación de los poderes federales y municipales junto con un equipo de la propia empresa, han controlado la operación con orden expresa de suspenderla en caso de que los vapores desprendidos contuvieran más de 20 diez millonésimas de gramo de dioxima por metro cúbico.