_
_
_
_
_
A 40 años de la derrota nazi

La ciudad natal del líder soviético celebrará diversos actos en el aniversario de la caída de Hitler Visita al Museo Stalin de Gori

Pilar Bonet

Josif Visarionovich Stalin tenía "buen oído, dirigía el coro del seminario menor y gustaba de escribir versos". Así lo explica en 1985 la guía del Museo Stalin de Gori (Georgia), dedicado al culto de la personalidad de Stalin como ser humano y como político en su ciudad natal. Gori, centro de una rica comarca agrícola, es uno de los más importantes enclaves de las celebraciones del 40º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi que se celebra en la República soviética de Georgia. Con esta ocasión, la villa -con 60.000 habitantes, tres hoteles y cinco teatros- ha recibido un presupuesto extraordinario para adecentar sus calles y fachadas ante la afluencia masiva de visitantes.

Más información
La visita del presidente de Estados Unidos a Portugal se presenta como la única etapa tranquila de su gira
El eje Washington-Bonn y la marginación francesa
Reagan propondrá hoy desde el Parlamento Europeo medidas para aliviar la tensión Este-Oeste

El Museo Stalin, a su vez, espera que el aniversario de la victoria sirva para que le editen un folleto explicativo y de presentación del que ha carecido hasta ahora, según nos cuenta la guía. El folleto sería una especie de tarjeta de visita institucional para una entidad cuyo lujoso edificio con mármoles, vidrieras, columnas y forjados fue inaugurado en 1957. Ello se hizo a la sombra del XX Congreso del PCUS, y aparentemente en contra de los vientos desestalinizadores propiciados por Nikita Jruschov.La constancia de los georgianos y la admiración casi incondicional por su compatriota han hecho de Gori un centro de peregrinación para los curiosos y los admiradores del hombre que rigió los destinos soviéticos durante la II Guerra Mundial. El enfrentamiento comenzado con la invasión alemana de la URSS en 1941 es denominado en la Unión Soviética la Gran Guerra Patria. El museo se alza junto a la humilde casa campesina donde Ekaterina Guergoguievna, una fervorosa creyente ortodoxa, dio a luz al futuro dirigente el 21 de diciembre de 1879. En tres salas se exhiben fotografías, documentos y testimonios que cubren, desde la admiración, las actividades de Stalin durante su vida.

Un poema bucólico

Una estatua de escayola de Stalin, calzado con botas y sosteniendo un libro de Lenin en la mano, preside la escalera principal. La trayectoria biográfica se inicia con las cartillas de notas en el seminario de Gori, donde estudió de 1888 a 1894, para pasar después al seminario ortodoxo de Tiflis. De aquellos tiempos datan las primeras aventuras literarias de Stalin, como evidencian unos versos suyos publicados en la portada de la revista Iveria en 1895. El bucólico poema dice así: "El capullo de rosa se abrió, / se inclinó sobre la violeta azul, / y despertado por un ligero viento, / el lirio del valle se agachó sobre la hierba". Siguen después los testimonios de sus primeras actividades revolucionarias, que le valieron la expulsión del seminario de Tbilisi en 1899. La primera sala de la exposición concluye con una foto en la que aparece llevando a hombros el féretro de Lenin. El resto del espacio está dedicado a Stalin como líder soviético. El museo contiene supuestas pruebas de que Stalin no amaba el culto a la personalidad. Según explica la guía, Stalin aconsejó quemar un libro biográfico que le alababa demasiado; y tradujo al gran poeta georgiano Rustaveli y ordenó que se le dejara en el anonimato.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La época de la III Guerra Mundial tiene como fondo sonoro la sintonía de radio Moscú en la madrugada del .22 de junio de 1941, cuando la voz de un popular locutor anunció la invasión alemana. Se oyen además la voz de Stalin y canciones militares de la época. Hay también documentos de la conferencia de Crimea, fotos de la gran troika -Churchill, Stalin y Roosevelt- y testimonios gráficos de Potsdam, incluida la fotografía de Andrei Groiniko, actual ministro soviético de Exteriores.

Como en un mausoleo

La vida privada de Stalin está presente de forma fragmentaria Fotos de Svetlana Stalin, la hija del dirigente, que regresó a la URSS en 1984, tras 17 años de autoexilio, no están expuestas sin embargo. La guía explica que el museo tiene fotos de ella en los depósitos, y no excluye la posibilidad de que pudieran llegar a colocarse en el rincón reservado a la vida familiar de Stalin, donde ninguna de las dos esposas de Stalin tiene el honor de aparecer.

Ekaterina Zvanidze se casó con Stalin en 1906 y murió en 1907. Por su parte, Nadezhda Aleluieva, descendiente de una aristocrática familia bolchevique, se suicidó en 1932 en extrañas circunstancias. En foto aparecen el hijo mayor de Stalin, Iakov, muerto en el campo de concentración alemán de Sachsenhausen en 1943, y su otro hijo, Vasili, fallecido en 1962.

La muerte del político, en marzo de 1953, es recordada con la reproducción de una cámara funeraria en cuyo centro hay una mascarilla mortuoria. En un ambiente de solemnidad, el visitante debe desfilar aquí como si estuviera en un verdadero mausoleo. Es ésta una compensación de la tierra natal por el lugar que le fuera arrebatado por Jruschov en el mausoleo del Kremlin, al lado de Lenin. Son los fondos georgianos los que sostienen el museo, que según los representantes locales, no recibe subvenciones de la Administración central.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_