Reagan propondrá hoy desde el Parlamento Europeo medidas para aliviar la tensión Este-Oeste

SOLEDAD GALLEGO-DIAZ El presidente norteamericano, Ronald Reagan, pronunciará hoy un discurso ante el Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo, en el que propondrá al líder soviético, Mijail Gorbachov, medidas para aliviar la tensión Este-Oeste. El discurso, penúltimo acto de la gira europea del presidente, está pensado como un broche de oro para un viaje que se ha caracterizado más por la polémica que por sus resultados concretos. Reagan llegará a la capital de Alsacia a mediodía, procedente de Madrid. En el aeropuerto será recibido por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, en representación del jefe del Estado, y por el presidente del Parlamento Europeo, el democristiano Pierre Pflimlin, con quien almorzará.

El banquete se celebrará en el castillo de Rohan, conocido como el pequeño Versalles, y a él asistirán unas 65 personas, representantes de todos los grupos parlamentarios. La llegada a la sede del Parlamento, el palacio de Europa, está prevista para las tres de la tarde. El hemiciclo, que conoce frecuentemente una escasa presencia de diputados, estará lleno a rebosar en esta ocasión.Todo el mundo está expectante ante la intervención del presidente norteamericano, sobre todo desde que sus portavoces anunciaron que se trataría de un discurso "de alto contenido político".

Las medidas de seguridad adoptadas son muy importantes. Ecologistas de la República Federal de Alemania han anunciado que preparan "algunas sorpresas", y otros grupos pacifistas han convocado una manifestación en el centro de la ciudad para protestar por la política centroamericana de Reagan.

Algunos diputados de izquierda han señalado que podrían ausentarse ostensiblemente del hemiciclo para demostrar también su rechazo.

Un diputado laborista británico, Richard Walfé, interrogó ayer al presidente de la Cámara sobre sí se autorizaría la presencia de los guardaespaldas del presidente. Pflimlin aseguró que no se consentirá la entrada de nadie que esté armado.

Olvidar polémicas

Los consejeros de Ronald Reagan esperan que todos estos in convenientes no desluzcan la importancia del acto. La visita al Parlamento Europeo debe hacer olvidar las polémicas y amarguras de los últimos días en la RFA y en España, y colocar otra vez al presidente norteamericano en el plano de un estadista mundial responsable, firme y deseoso de propiciar una atmósfera de confianza en Europa.

La ocasión es buena: Europa celebra precisamente hoy el 40 aniversario del armisticio. Reagan hará hincapié en el papel que ha jugado y que debe seguir jugando el viejo continente en la defensa de los valores democráticos y de la paz, y asegurará que Estados Unidos es un aliado fiel que quiere que sus amigos prosperen. El núcleo principal del discurso lo constituirán las propuestas para mejorar las relaciones con la Unión Soviética. En principio, se conocen ya los dos elementos clave, pero es posible que el presidente norteamericano no haya desvelado todas sus cartas. Según las filtraciones efectuadas por sus asesores, Ronald Reagan propondrá un nuevo sistema de comunicaciones entre los estados mayores militares.

Este nuevo teléfono rojo (ya existe uno al más alto nivel político) podría evitar malentendidos y actos como el derribo de un avión civil surcoreano, ocurrido hace dos años. O incidentes como la muerte de un soldado norteamericano, el pasado mes de marzo, por disparos de un centinela soviético en la República Democrática Alemana. El presidente norteamericano se mostrará también dispuesto a discutir con Moscú un tratado por el que ambos se comprometan a no ser el primero en utilizar la fuerza, siempre que la URSS acepte un incremento en las medidas de confianza.

Ninguna de estas dos propuestas es una gran novedad, pero el hecho de que las formule delante delante Parlamento Europeo les concede una mayor fuerza y credibilidad. Ronald Reagan utilizará el hemiciclo europeo para enviar un mensaje a su colega soviético, Mijail Gorbachov, y comprobar si el dirigente del Kremlin está realmente dispuesto a llegar a acuerdos que disminuyan la tensión entre los bloques.

Cara a sus aliados, el presidente norteamericano intentará disipar cualquier duda sobre la lealtad de Estados Unidos.

Ronald Reagan quiere presentar su discurso en Estrasburgo como una oferta de sincero diálogo entre Europa y EE UU y recuperar parte del prestigio personal que ha perdido estos últimos días en algunos sectores de la opinión pública aliada.

Encuentro con Oreja

Para acentuar aún más ese deseo de diálogo, Reagan se entrevistará también con los responsables del Consejo de Europa, organización a la que pertenecen 21 países de la Europa occidental. El presidente norteamericano tiene previsto reunirse con el secretario general, el español Marcelino Oreja, y con el presidente del Consejo de Ministros, Nicolaus Diamantopoulos, a los que animará, según fuentes norteamericanas, a seguir promoviendo el respeto de los derechos humanos.