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Reportaje:La situación del patrimonio cultural de las ciudades / 1

Valencia intenta recuperar, con grandes dificultades, la ciudad del siglo XIX

La zona de la Gutat Vella de Valencia, con una extensión de 150 hectáreas, ha sufrido una progresiva despoblación y una intensa degradación. Hacerla habitable es difícil porque la iniciativa privada se muestra reticente a contribuir a la elevadísima inversión que supone y que las diversas administraciones públicas por sí solas no pueden llevar a cabo. "La ciudad ya edificada no puede ser contemplada como solar potencial por la acción inmobiliaria, sino como objeto diferenciado de la inversión privada o pública", señala el alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, del PSOE. Considera necesario "acabar con la leva a que la población tradicional ha sido sometida a lo largo de las últimas décadas, en virtud de las más absurdas tendencias desarrollistas amparadas por un planeamiento carente de justificación".Entre 1940 y 1981, la Gutat Vella ha pasado de una población de 106.500 habitantes a 35.750. Es decir, ha quedado reducida a un tercio. Para Pérez Casado estos datos hacen pensar en "la irracionalidad que supone el desarraigo de un colectivo tan numeroso, la extinción de un sinnúmero de actividades ligadas a él, la pérdida de usos sociales tradicionales y, por consiguiente, el coste social que esta ciudad, no sólo el área central, ha pagado de forma claramente injustificada".

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Despoblación, envejecimiento, degradación

"En el centro histórico hay unas 18.500 viviendas", señala el arquitecto municipal, Juan Añón, "de las que 10.000 necesitan algún tipo de rehabilitación y por lo menos 8.000 una actuación en profundidad para ponerlas en condiciones de habitabilidad'.

Las 150 hectáreas que comprenden los cinco distritos de la Gutat Vella comprendidos en el programa municipal para la rehabilitación del patrimonio histórico hacen de esta zona urbana la segunda en extensión de España, después del centro histórico de Madrid, de entre las que se pretenden rehabilitar.

La preocupación municipal por recuperar el centro histórico aparece por primera vez con la corporación municipal democrática, elegida en 1979, que en 1980 aprobó el Programa de Actuación para la Protección del Patrimonio Histórico y Artístico, que fija como objetivos básicos generales "el mantenimiento de la estructura urbana histórica, la regulación de la estructura funciona] y la potenciación de la estructura social de la población residente".

Cinco planes de protección

Cinco planes especiales de protección para cada uno de los distritos de la Gutat Vella se redactaron con esta finalidad. A partir de los objetivos del programa, los planes especiales señalan como criterios básicos el mantenimiento de la trama viaria actual, los perfiles históricos, las tipologías arquitectónicas y la escena urbana, así como la limitación de usos no residenciales y el "establecimiento de los niveles de equipamiento comunitario necesarios para los usos residenciales previstos y compatibles con el mantenimiento de la estructura urbana histórica".

Posteriormente, el Ayuntamiento elaboró un programa de vivienda para servir, junto con el Real Decreto 2.329, de 28 de julio, sobre Protección a la Rehabilitación del Patrimonio Residencial y Urbano, de marco de referencia al convenio que firmó con el Instituto de Promoción Pública de la Vivienda (IPPV), del Ministerio de Obras Públicas.

En función de ello, y merced a la financiación conseguida a través del convenio, el Ayuntamiento de Valencia ha puesto ya en marcha en el centro histórico 13 proyectos de rehabilitación de edificios de interés, junto a la construcción de dos unidades de nueva planta en el barrio del Carmen, el más deprimido de los cinco distritos que integran la Ciutat Vella.

La rehabilitación de los 13 edificios antiguos, cuya compra supuso 65 millones de pesetas, cuenta con un presupuesto total de 296 millones. A ello hay que sumar los 585 millones de pesetas que supondrá la construcción de las dos nuevas unidades del barrio del Carmen. Los 13 proyectos de rehabilitación comprenden 8:3 viviendas, y las dos unidades, 104 más.

En el caso concreto de las dos unidades, el Ayuntamiento se ha propuesto "solucionar los vacíos existentes haciendo recaer sobre los propietarios los derechos y obligaciones dimanantes de la ley. El diseño de estas ciudades ha intentado ser respetuoso con las alineaciones existentes, incorporando a la vez equipamientos y espacios abiertos, con lo que se consigue sanear y cubrir las necesidades de dotaciones sociales".

Por otra parte, el Ayuntamiento está desarrollando diferentes actuaciones "de apoyo" a la rehabilitación. del centro, como la eliminación de las vallas publicitarias y el acondicionamiento de fachadas de edificios.

El Ayuntamiento intenta, con su labor de rehabilitación, y, una vez ofrecido el marco de protección y ayudas adecuado, convertirse en motor de la iniciativa privada para que sea ésta la que se lance a la inmensa labor de comprar viviendas en el centro y ofrecerlas rehabilitadas, aunque todavía los promotores no han demostrado gran interés por esta modalidad.

"Recuperar un patrimonio", dice el alcalde, "más allá del sentimentalismo autosatisfecho y cómplice es también un objetivo económico cuando la crisis del sistema aconseja la prudencia". Precisamente por ello "hay que inclinarse hacia opciones realistas que permitan aprovechar convenientemente los recursos escasos".

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