Alan García: "Sendero Luminoso es un caso típico de fundamentalismo mesiánico"

Con unos apellidos como los suyos, Alan García Pérez, de 35 años de edad, no puede evitar definirse como "un proespañol". El candidato de la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA), al que muchos dan ya como seguro próximo presidente de Perú, tuvo su maduración política en Madrid, donde aprendió de Enrique Tierno, Manuel Fraga, Federica Montseny, Santiago Carrillo y, finalmente, de Felipe González, de quien ha calcado el estilo. Buen orador, alto, fuerte, el líder aprista ha sabido transmitir credibilidad y esperanza al pueblo peruano.Pregunta. ¿Cómo va a afrontar su Gobierno el problema de la deuda externa?

Respuesta. Nosotros plantea mos, no como una expectativa lejana, sino como una posibilidad concreta, la necesidad de concertar con otros países de América Latina. Creo que las so luciones que han logrado algunos países aislados van a significar solamente el agravamiento del problema. Me temo que en breve plazo Argentina habrá de incumplir los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional. En el año 2000, o América sabe traba jar en conjunto o va a ser pasto del caos y de la miseria.

P. ¿Pero es usted partidario de establecer una moratoria en el pago de la deuda?

R. Sí, y si es negociada, mejor. Tenemos la aspiración de buscaruna negociación mediante la cual se nos dé un largo período de gracia, en la que se trate la posibilidad de pagar en trueque o bonificar la deuda. El político latinoamericano tiene que hablar a Estados Unidos francamente y decirle que está construyendo el peor riesgo para su propia seguridad, porque con esta política ciega de tipos de interés están generando el aumento incesante de nuestra deuda, y eso va a acabar en una gran explosión social, de la que algunos países van a ser víctimas los primeros.

Violencia homicida

P. ¿Perú, por ejemplo?R. Yo pienso que sí. Nosotros tenemos condiciones sociales mucho peores que otros países. Y recuerdo que nuestro país tiene frontera con cinco naciones.

P. ¿La violencia existente en este país es el reflejo de la si tuación?

R. Nosotros rechazamos la violencia homicida de Sendero Luminoso, que es un caso típico de fundamentalismo mesiánico de fundamentalismo ayatólico trasladado a Perú, y la rechazamos porque la violencia, como ha dicho el Papa, no conduce a nada. Es una violencia sanguinaria que ejecuta a gente pobre. No es la guerrilla de Fidel Castro en Sierra Maestra que se enfrenta al ejército corrompido de Batista.

P. ¿Cómo piensa usted atajar esa violencia?

R. Hay dos respuestas claras. Primero, aplicar la ley con energía, sancionar; ningún Gobierno democrático, socialista ni revolucionario, puede convivir con la violencia de Sendero. Segundo, dar una respuesta al problema de la pobreza histórica. Volver a dar a todo ese inmenso contingente humano de las zonas rurales andinas categoría ciudadana es uno de los grandes objetivos del Estado popular.

P. ¿Se han producido violaciones de los derechos humanos en el combate contra la violencia?

R. Mire, excesos hay en todas partes. Los hay en Perú, como los hay en España y como los he visto en Francia. Yo quiero poner a salvo a Perú, porque a veces se tiene una versión distorsionada de lo que aquí ocurre. Yo he leído el otro día un periódico español que decía que en Perú existe una de las dictaduras más represivas del Tercer Mundo, y eso a mí me parece una licencia periodística. Ahora bien, lo óptimo es que no se produzcan excesos, y el Gobierno debe aceptar las llamadas de atención que se hagan desde dentro o desde los organismos internacionales.

P. Pero organizaciones de prestigio han denunciado desapariciones, torturas y detenciones masivas.

R. Eso tendrá que 'ser en su momento objeto de investigación, como lo está siendo ahora.

Papel del Ejército

P. ¿Retirará al Ejército de las zonas de emergencia?

R. Eso son medidas instrumentales que no se pueden decir mientras no se esté en el Gobierno. Naturalmente, dentro de las hipótesis posibles de pacificación se encuentra la de limitar la acción represiva.

P. ¿Teme usted una nueva intervención del Ejército?

R. No. Estoy convencido de que las fuerzas armadas tienen una clara concepción de sus funciones constitucionales y una clara percepción de los problemas sociales que vive Perú.

P. ¿Su partido pretende construir un sistema que añada algún calificativo a la democracia?

R. Nosotros hemos hablado siempre de democracia social, que al otro lado del mar se transforma en el socialismo democrático de los países europeos.

P. ¿Qué opina de la política de EE UU en América Latina?

R. Yo pienso que la Administración de Ronald Reagan es un reverdecer del republicanismo más duro. El aumento de los intereses, ese trato peyorativo hacia América Latina, eso de denominar jardín trasero a Centroamérica, esta absurda concepción bipolar globalizante de que todo problema en América Latina no es más que la mano soviética, son, en nuestro concepto, graves errores diplomáticos. Dios quiera que no se cometa con Nicaragua el error, que se cometió con Cuba.