La finca agrícola municipal de Aranjuez perdió el pasado año 38 millones de pesetas

La explotación de la finca agrícola de Sotomayor, propiedad del Ayuntamiento de Aranjuez, ha arrojado al término del ejercicio de 1984 pérdidas estimadas en 38 millones de pesetas, en lugar de los 20 millones de beneficio que esperaba el equipo de gobierno de la corporación, integrado por corporativos socialistas. Estos datos han sido facilitados por el equipo de gobierno en respuesta a la petición de información efectuada por el grupo de concejales comunistas, tradicionalmente crítico hacia la gestión de la finca.

Eugenio Rincón, concejal comunista encargado del seguimiento de los asuntos agrícolas en la corporación municipal, manifestó durante la última sesión plenaria del Ayuntamiento de Aranjuez que los socialistas no deben caer en una actitud de soberbia sobre la base de que disponen de la mayoría de los corporativos. Rincón criticó la gestión que el equipo de gobierno ha desarrollado en esta explotación agrícola, puesta en marcha con la intención de facilitar puestos de trabajo a los parados de la localidad.Rincón defendió la conveniencia de que el PSOE escuche las opiniones y las ofertas de colaboración de los grupos minoritarios presentes en la corporación.

Rincón ha recordado, por otra parte, que ya a principios de 1984, cuando el Ayuntamiento del Real Sitio anunció la puesta en explotación de la finca, los comunistas advirtieron al PSOE de la locura que suponía la pretensión de cultivar 150 hectáreas de frutos verdes y hortalizas(tomates, pimientos y lechugas, entre otros). La crítica se basaba en la excesiva extensión de la finca, que requeriría una mano de obra costosa, sin contar con que los canales para conseguir una comercialización adecuada y rentable de los productos no estaban previstos adecuadamente.

Erróneas previsiones

Las previsiones del PSOE apuntaban a la obtención de un beneficio situado en torno a los 20 millones de pesetas. Este cálculo resultaba de la diferencia entre los 73 millones necesarios como gastos de explotación y los 93 que se esperaban obtener de la venta de las cosechas.También a principios del año 1984, afirmó Rincón, el PCE presentó una alternativa que consideraba más realista, consistente en sembrar una menor porción de tierra, de forma que el presupuesto de gastos se reducía a 48 millones de pesetas y los beneficios previstos podrían ascender a 60 millones.

En junio del pasado año, el desastre ya era palpable. A consecuencia de la situación de la finca municipal presentaron la dimisión el teniente de alcalde socialista Joaquín Rivera y el ingeniero agrónomo que se había encargado de la dirección y orientación técnica de la explotación agrícola.