Pérdidas de 6.000 millones de pesetas en el sector remolachero de Castilla y León

Unas pérdidas de casi 6.000 millones de pesetas se producirán en el sector remolachero de Castilla y León si la situación actual se mantiene hasta que finalice la campaña. Según cálculos provisionales de algunas asociaciones agrarias, la mitad del millón y medio de toneladas de remolacha que aún quedan en el campo se pudrirán sin poder ser aprovechadas.

La falta de soluciones ha provocado movilizaciones de los agricultores y se han producido encierros en Palencia y Segovia. En Arévalo (Ávila) alrededor de 700 concentrados realizaron ayer cortes intermitentes de tráfico en la carretera nacional VI Madrid-La Coruña.

Varias entidades agrarias con implantación regional han celebrado reuniones con autoridades e industriales azucareros para buscar una salida al problema, pero ésta se presenta cada vez más difícil porque la solución ya no depende sólo de los hombres, sino del tiempo.

A las bajas temperaturas y las fuertes heladas de mediados de enero ha seguido un período más cálido de lo habitual, en el que el termómetro ha llegado a alcanzar los 16 grados. La remolacha atacada por las heladas y sacada de la tierra ha comenzado a pudrirse.

Las fábricas muelen a un 60% de su capacidad real debido al mal estado de la raíz y a la necesidad de tener que limpiar casi continuamente los filtros obturados por una sustancia gomosa que se desprende de la remolacha enferma, y los agricultores, deseosos de acabar cuanto antes, han acelerado la extracción de remolacha, sin darse cuenta de que el producto no entregado en el día se está pudriendo.

Por ello, seis asociaciones agrarias y las cuatro industrias con fábricas en la región han pedido ya la declaración de zona catastrófica.