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Profesionalidad y eficacia caracterizan al equipo que la URSS envía a Ginebra

Pilar Bonet

Tres pesos pesados en temas de armamento y relaciones con EE UU, poseedores de décadas de experiencia en foros negociadores internacionales, representarán los intereses de la URSS el próximo día 12 de marzo en Ginebra ante los interlocutores norteamericanos. la composición de la delegación soviética que dirigirá Víctor Karpov, de 56 años, responde, en opinión generalizada, a un criterio de profesionalidad, eficacia y competencia en los temas que se van a tratar.

La gestión de los representantes soviéticos será seguida directa y personalmente por el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Groiniko, quien a lo largo de sus más de 27 años en el cargo ha imprimido un estilo propio a la políti,ca exterior de la URSS.Entre las características personales de Gromiko, expertos soviéticos en política intemacional citan su gran capacidad de trabajo, su prodigiosa memoria y el rigor para con su trabajo y con el de los colaboradores que lo rodean.

Ello se ha traducido en la presencia en el Ministerio de Asuntos Exteriores de un conjunto de expertos de gran nivel (repartidos en más de 40 departamentos) que en muchos casos son relativamente jóvenes para los estándares soviéticos.

"Cuando se trata de hacer un trabajo concreto", aseguran las fuentes, "Gromiko no es formalista y no se atiene a la jerarquía, sino que está dispuesto a dar responsabilidad a la gente realmente competente".

Karpov y sus compañeros Yuli Kvitsinski, de 48 años, y Alexei Obujov, de 47, parecen haber merecido la confianza del ministro. Kvitsinski se hará cargo del grupo que negocie sobre armas nucleares en el espacio; Obujov, a su vez, se responsabilizará de las armas de alcance medio, y Karpov, además de dirigir la delegación, se ocupará de armas estratégicas.

Karpov participó en las negociaciones SALT II y pasó a ser jefe de la 1 delegación soviética durante el último período de las mismas (1978-1979). Posteriormente fue jefe de la delegación soviética en las negociaciones START (armas estratégicas) en Ginebra en 1982-1983. Es considerado como alguien dotado de confianza en sí mismo y habilidad negociadora. El autor norteamericano Strobe Talbott, en una obra dedicada a las conversaciones sobre control nuclear en la época de Reagan (Deadly gambits), señalaba que Karpov llegaba a Ginebra con casi tanto tiempo de experiencia en negociaciones entre las superpotencias como todos los negociadores norteamericanos juntos.

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El punto débil de Karpov

Karpov tenía, sin embargo, un punto débil, siempre según cuenta Talbott, ya que "durante las SALT II se había emborrachado en el trabajo varias veces, incluida una espectacular ocasión cuando prácticamente se caía de la silla durante una sesión plenaria". En 1978 Karpov habría sido enviado a la URSS para someterse a una cura antialcohólica y, ya fuera por sus habilidades negociadoras o por sus buenas relaciones, habría sobrevivido a este incidente y a otras correrías nocturnas que difícilmente le serían perdonadas a un diplomático soviético.La fama de Kvitsinski, a su vez, se remonta a las-conversaciones que concluyeron en 1972 con la firma del acuerdo entre las cuatro potencias para el estatuto especial de Berlín. Kvitsinski ha pasado por las Embajadas soviéticas de Berlín Este y Bonn y era considerado como un asesor básico, en el equipo negociador soviético del acuerdo SALT Il. Siendo jefe de la delegación soviética en las negociaciones INF de Ginebra, en julio de 1982, él y su interlocutor norteamericano, Paul Nitze, fueron protagonistas de los denominados paseos por el bosque, durante los cuales lograron un acuerdo privado que después no sería aceptado por los respectivos Gobiernos.

Obujov es menos conocido que sus colegas para el gran público, pero no por ello tiene menos experiencia. Ocupa en la actualidad uno de los cuatro puestos -de vicejefe de sección en el Departamento de EE UU del Ministerio de Asuntos Exteríores de la URSS, que dirige el influyente Aleksandr Besmertnik.

Obujov, que desempeña su actual función desde 1981, había sido anteriormente agregado en la Embajada soviética en Bangkok, vícejefe del Departamento de Asia Meridional y, consecutivamente, asesor en el Departamento de EE UU hasta 1972. Como adjunto inmediato de Karpov, Obujov tomó parte en las negociaciones INF.

Por otra parte, fuentes bien informadas señalan que el jefe de la delegación norteamericana, Max Kampelman, llega a la mesa de negociaciones soviético-norteamericanas marcado por un revés diplomático cometido ante los soviéticos y conocido por éstos. Como jefe de la delegación norteamericana en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), celebrada en Madrid, Kampelman consiguió un acuerdo de pasillos con los soviéticos según el cual éstos iban a ser más tolerantes con ciertas solicitudes de emigración a cambio de la ampliación territorial del mandato de la Conferencia de Estocolmo.

La Conferencia de Estocolmo amplió su mandato territorial con la inclusión de ciertas zonas del Atlántico, pero no hubo más tolerancia con la emigración desde la URSS. El conocimiento de semejante incidente por las dos partes se convierte, en último extremo, en un factor positivo para Kampelman, aseguran las fuentes, ya que éste no puede arriesgarsa cometer nuevos errores.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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