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Las malas cosechas han provocado resultados negativos en la economía de la Unión Soviética en 1984

Pilar Bonet

El estancamiento de la agricultura ha repercutido negativamente en los resultados económicos de la URSS en 1984, que resultan modestos en relación a las previsiones y al balance global de 1983, según las estadísticas oficiales del pasado ejercicio, publicadas por la Prensa durante el fin de semana. La renta nacional soviética (equivalente aproximado del PIB occidental) aumentó en 2,6%. La producción industrial, en cambio, creció en un 4,2%, superando el objetivo del 3,4%.

Los comentarios a las estadísticas atribuyen mayoritariarnente el aumento de la producción industrial al incremento de la productividad laboral. Éste fue del 3,8% en el caso de la industria. La cifra supera al incremento (3,5%) obtenido en 1983, cuando la campaña de disciplina en el trabajo, emprendida por el fallecido Yuri Andropov, adquiría su máxima intensidad.La productividad laboral, lastrada por un elevado componente de trabajo manual no mecanizado y por una gestión burocratizada, trata de estimularse actualmente en la URSS con el sistema de brigadas, según el cual los trabajadores reciben sus salarios en función de la tarea concluida. En la agricultura, la productividad laboral aumentó, sin embargo, un 1%, según las estadísticas.

Tanto el incremento de la renta nacional como la producción industrial se han quedado, sin embargo, por debajo de las optimistas declaraciones realizadas por el jefe del Departamento de Planificación Estatal, Nikolai Baibakov, en noviembre pasado, ante el Soviet Supremo.

Por cuarto año consecutivo, las estadísticas no dieron los resultados de la cosecha de cereales, que fuentes norteamericanas estiman en 170 millones de toneladas (lo planeado eran 240 millones de toneladas), lo que obligará a la URSS, de acuerdo con estas previsiones, a importar del orden de 50 millones de toneladas de cereales en la temporada 1984-1985. La producción de cereales es suficiente para abastecer a la población del país con pan y productos derivados, afirman los comentarios a las estadísticas. El problema, con todo, son los cereales para alimentar al ganado, campo en el que la producción soviética es insuficiente.

Con objeto de conseguir mejores resultados agrícolas actuando sobre la base material, un pleno del Comité Central examinó en octubre pasado un proyecto para mejorar las superficies cultivables mediante el regadío. Se trata de un proyecto de desarrollo extensivo de ingente magnitud que implicará el desvío de recursos fluviales de Siberia a las zonas potencialmente fértiles del Sur. La URSS, uno de los mayores productores del mundo de algodón, vio disminuir su cosecha en 1984, ya que ésta fue de 8,6 millones de toneladas, lo que supuso un descenso en relación a los 9,2 millones de toneladas alcanzados en 1983. La mayor parte M algodón soviético se cultiva en Uzbekistán, donde el año pasado se procedió a una purga entre los dirigentes locales, acusados, entre otras cosas, de falsificar las cifras de la cosecha de algodón.

Por otra parte, la producción de carne aumentó ligeramente de 16,4 millones de toneladas en 1983 a 16,7 millones de toneladas en 1984. Lo mismo sucedió con la leche, huevos y lana. En el campo energético, la extracción de gas fue el sector más dinámico, de acuerdo con las previsiones generales, que dan prioridad a este combustible en relación al petróleo, cada vez más caro y más difícil de extraer en las regiones siberianas. En total se extrajeron, en 1984, 587.000 metros cúbicos de gas, con un incremento del 10% respecto a 1983.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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