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Hart y Gromiko analizan el futuro proceso negociador de las superpotencias

Pilar Bonet

Las negociaciones que iniciarán próximamente Estados Unidos y la Unión Soviética sobre armamentos nucleares de alcance medio, estratégicos y en el espacio fueron el tema central de la conversación que durante dos horas mantuvieron ayer en el Kremlin el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, y el senador demócrata norteamericano Gary Hart.Hart, que se encuentra en Moscú por invitación soviética, manifestó al término de su encuentro con Gromiko que la discusión había sido "buena y muy amistosa" y que los soviéticos están ansiosos por comenzar las negociaciones en un plazo de semanas. El senador, que fue apoyado claramente por la URSS durante la Primera fase de la campaña presidencial norteamericana en la que participó, no tuvo ocasión e ver al máximo líder, Konstantin Chernenko, de 73 años, quien apareció en público por última vez a finales de diciembre.

La visita de Hart se produce en un momento en que el proceso de acercamiento iniciado por las dos superpotencias acapara la atención de los medios informativos soviéticos. El órgano del partido, Pravda, que se extiende cotidianamente en la valoración del encuentro Shultz-Gromiko en Ginebra, escribía ayer que éste había supuesto "un primer paso" en el diálogo soviético-norteamericano.

El diario advertía, sin embargo, que existen elementos para "ponerse en guardia" ante las declaraciones de algunos dirigentes estadounidenses. Tras citar al secretario de Defensa, Caspar Weinberger, Pravda afirma que "por las buenas o por las malas" Washington intenta imponer el programa SID (Iniciativa de Defensa Estratégica) o guerra de las galaxias de una forma pseudocientífica, recurriendo para ello a la llamada investigación. Para la Unión Soviética, el programa SID amenaza el futuro de las negociaciones.

Fuentes diplomáticas creen que las futuras negociaciones serán arduas y largas y miran con preocupación el tema de los contingentes nucleares de el Reino Unido y Francia, que la URSS insiste en contabilizar en el balance militar Este-Oeste.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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