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Prudente satisfacción en todo el mundo por el acuerdo de negociación de Ginebra

El anuncio de que soviéticos y norteamericanos han decidido iniciar conversaciones globales sobre el desarme nuclear ha sido acogido con una prudente satisfacción y alivio en todo el mundo, que ve en este acuerdo el principio del fin de la vuelta a la guerra fría que ha caracterizado los cuatro primeros años de la Administración Reagan. El presidente norteamericano se ha mostrado "extremadamente satisfecho" de la próxima reanudación de las negociaciones entre las superpotencias.De Bruselas a Tokio, de París a Pekín o de Madrid a Bonn se han escuchado palabras de esperanza y aliento al acuerdo alcanzado el martes en Ginebra por soviéticos y norteamericanos sobre la reanudación de un diálogo encaminado a poner límites a la carrera armamentista nuclear terrestre y espacial. La OTAN ha atribuido este éxito a la postura de firme apoyo occidental a la política de Reagan.

Esta ansiada sensación de alivio, sin embargo, no ahoga las voces que hablan de las dificultades que entraña el diálogo que se avecina. Por el momento, Washington y Moscú se muestran satisfechos con lo acordado: los norteamericanos, por la predisposición soviética a negociar sobre el volumen de sus arsenales, y el Kremlin, por haber conseguido incluir en el paquete el renglón relativo a la temida guerra de las galaxias.

Reagan iba a celebrar anoche (madrugada en España) una conferencia de prensa sobre la valoración presidencial del acuerdo y las perspectivas para el futuro de las relaciones entre las superpotencias.

Páginas 2 a 4 Editorial en la página 8

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