Los socialistas denuncian indicios de delito en la gestión del festival de cine de León

El grupo socialista del Ayuntamiento de León ha anunciado que puede haber indicios de delito en la gestión económica del Festival de Cine Histórico Ciudad de León, cuyas cuentas han sido aprobadas por el grupo mayoritario de Alianza Popular, que preside Juan Morano. Los socialistas abandonaron la sesión en la que se debatían las cuentas ante la insistencia del alcalde de someter a votación las mismas, respaldado por su mayoría en la corporación, y han anunciado acciones legales para exigir responsabilidades.

El Festival de Cine Histórico, patrocinado por el ayuntamiento leonés, se celebró en junio y fue un rotundo fracaso, pese al triunfalismo de sus planteamientos.Las salas permanecieron semivacías. La organización fue confiada a Rafael García Loza, José Luis Fernández de Córdoba y el crítico Alfonso Eduardo. Los dos primeros suscribieron el correspondiente contrato con la alcaldía. En él se estipulaban las características del festival, los controles administrativos y los plazos de rendición de cuentas.

Precisamente la presentación de las cuentas en una sesión de la comisión municipal permanente (el alcalde se negó a convocar un pleno para un debate público sobre el asunto) ha permitido al grupo de la oposición tener acceso a lo que han calificado como "una situación de escándalo".

Los socialistas denuncian la existencia de una contabilidad impresentable, falta de facturas, gastos y salarios de fecha anterior a la firma del contrato de realización del festival, despilfarro, dudas sobre la vinculación de determinados gastos con las tareas de organización... Señalan además incumplimiento de contrato consentido por los responsables municipales, en aspectos como plazos y periodicidad de cuentas e incluso en el contenido de los compromisos organizativos.

A su vez, el informe oficial del servicio de intervención municipal reconoce el incumplimiento de estipulaciones del contrato y señala abundantes carencias justificativas.

El interventor insiste una y otra vez en la falta de memoria explicativa, muestra sus dudas sobre la vinculación de algunos gastos a las tareas organizativas, denuncia la existencia de gastos y salarios cobrados con anterioridad a la fecha de firma del contrato y la falta de contratos que demuestren el arrendamiento de locales cuyo alquiler se cobra. También indica la existencia de recibos de los que no se conoce quién los suscribe ni se expresa su concepto específico, e incluso la duplicación de salarios en algún caso, así como la inexistencia casi general de contratos laborales, con honorarios que suponen un costo superior a siete millones de pesetas.

Un festival 'brillante'

Pese a la severidad del informe de intervención y a la reiterada oposición socialista, el grupo aliancista aprobó la relación de gastos por considerar que todo estaba en orden, e incluso se solicitó una felicitación para el presidente de la comisión de fiestas por la "brillantez del festival". Según los socialistas, al menos las dos terceras partes del gasto están sin justificar.Un capítulo especial es el de ingresos. El grupo de gobierno indica que se han recaudado 4,5 millones de pesetas, lo que significa más de 16.000 espectadores, cifra que ha hecho sonreír con ironía a los críticos que siguieron el desarrollo del festival. De esa cantidad, se recaudó en taquilla menos de 800.000 pesetas y en cambio más de 3.300.000 pesetas, según el grupo mayoritario, en venta anticipada en el Ayuntamiento.

Los socialistas han subrayado la imposibilidad material de que se vendiera esa cantidad en taquilla y acusan al grupo mayoritario "de disfrazar" como venta de entradas subvenciones ¡legales recibidas de ciudadanos privados desconocidos en una institución pública, "no se sabe a cambio de qué".