Alfonsín ordena la presentación ante el juez del capitán de corbeta Alfredo Astiz
El presidente argentino, Raúl Alfonsín, en su calidad de jefe de las fuerzas armadas argentinas, ordenó en la tarde de ayer a la Marina la presentación ante el juez federal Miguel del Castillo del capitán de corbeta Alfredo, Astiz. Veinticuatro horas antes, el juez federal le había reclamado directamente a la presidencia de la República como presunto implicado en la desaparición de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin el 27 de enero de 1977.
El caso Hagelin, pese a constituir moneda corriente durante la dictadura militar, fue resonante por el empeño del -Gobierno sueco -no imitado por otras naciones- en reclamar a su súbdita desaparecida. Se llegó al borde de la ruptura diplomática entre Estocolmo y Buenos Aires.Hagelin, estudiante de secundaria de 16 años, deportista y sin participación política alguna, acudió en la fecha de su desaparición a un domicilio porteño para despedirse de una amiga antes de emprender sus vacaciones veraniegas junto a sus padres.
El día anterior la casa de su amiga había sido allanada en secreto por un grupo de tareas de la Armada dedicado a la contrainsurgencia, que montó un servicio de espera en el inmueble. Al llegar a la casa, Hagelin fue encañonada por hombres vestidos de civil. Aprovechando sus condiciones físicas, y temiendo un asalto, la muchacha huyó corriendo, pero fue derribada de un disparo en la cabeza por el jefe del grupo, posteriormente identificado como el capitán Alfredo Astiz.
Hagelin desapareció
La joven herida fue introducida en el maletero de un taxi y trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada. Meses después testigos presenciales la vieron desnuda, sin habla, sin control de esfínteres y con problemas motores, en un hospital clandestino de la Armada en la ciudad de Mar del Plata. Su amiga recuperó la libertad y se encuentra en Suecia. Hagelin desapareció.El capitán Astiz, quien durante la guerra de las Malvinas firmó el documento por el que se rindieron las fuerzas argentinas estacionadas en las islas Georgias del Sur, sin disparar un tiro, se infiltró en las organizaciones de derechos humanos argentinas, siendo presunto responsable directo de la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Renee Duquet.
Capturado por las tropas británicas, Alfredo Astiz fue trasladado al Reino Unido ante la reclamación de su persona por los Gobiernos francés y sueco, que se mostraron interesados en su interrogatorio, pero finalmente fue repatriado.
El capitán Astiz sirvió en París en la contrainteligencia de la Marina, y en Suráfrica junto al contralmirante Chamorro, hasta hace pocos meses agregado naval, ex director de la Escuela de Mecánica de la Armada. Astiz, soltero, menor de 40 años, apodado el Ángel rubio, está actualmente destinado en la base naval de Bahía Blanca.
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