España trabaja en un estudio teórico sobre su eventual papel en un plan militar de la OTAN
España está llevando a cabo un estudio teórico sobre las posibles ventajas de su intervención en el programa de infraestructuras militares de la OTAN, "pero no estamos considerando en absoluto nuestra participación" declaró ayer el ministro de Defensa, Narcís Serra, al término de la sesión ministerial del Comité de Planes de Defensa (CPD) de la OTAN. Serra se entrevistó el día anterior con su colega norteamericano, Caspar Weinberger, a quien explicó las consecuencias del discurso de Felipe González en el debate sobre el estado de la nación, "en relación con los acuerdos bilaterales con EE UU".
, "He clarificado un poco más las intenciones del Gobierno español" en lo relativo a la disminución de la presencia militar de Estados Unidos, explicó Narcís Serra, quien considera que "Caspar Weinberger tiene la preocupación de cualquier país cuando se avanza hacia la revisión de un acuerdo bilateral". "No hemos iniciado ninguna discusión de trabajo en este tema", añadió el ministro español.El presidente del Gobierno español dijo el 23 de octubre en el Congreso de los Diputados que se hace necesario "proceder a un ajuste en la dirección de una progresiva menor presencia de fuerzas (extranjeras) en nuestro territorio y de instalaciones de apoyo, de acuerdo con nuestros intereses nacionales".
Actualmente, hay en España unos 12.500 militares y 1.600 civiles norteamericanos, distribuidos en tres bases aéreas, una naval, siete estaciones de comunicaciones, una meteorológica y un centro de almacenamiento.
Preguntado Weinberger en conferencia de prensa sobre lo que pensaba de esta propuesta del presidente del Gobierno español, se limitó a decir que "no he leído el texto, por lo que no puedo hacer comentarios".
"El objetivo del presidente del Gobierno es ofrecer al país un conjunto de medidas que definan una política realmente soberana, eficiente para nuestros intereses nacionales y que deje bien claro que España colaborará en el esfuerzo defensivo de Europa", dijo Serra, para quien "los resultados en esta dirección hay que valorarlos como un balance consolidado y no como piezas separadas".
El ejemplo francés
Francia, que no forma parte de la estructura militar integrada de la OTAN, sí participa en el programa de infraestructuras, presupuestado en 7.920 millones de dólares (1,35 billones de pesetas) para los próximos seis años. ¿Podría ser éste un modelo para España? "No lo sé", contestó Serra, "es mejor no adelantamos a los acontecimientos y esperar al resultado del debate político entre partidos políticos primero, y luego a la explicación a los españoles de la fórmula de vinculación que adoptemos, tanto en tiempo de paz como de conflicto" para más tarde "ver las implicaciones de detalle".
Serra reveló que se está realizando un "estudio sobre si saldríamos beneficiados -si España recibiera en instalaciones más de lo que aportara en fondos o perjudicados". El ministro calificó este estudio de "ejercicio, pero en absoluto consideramos la participación en estos programas".
Preguntado sobre la definición de la integración militar en la OTAN, Serra consideró que para dar una respuesta "tendría que hacerlo por escrito, aunque" añadió, "el hecho más destacado sería el de poner las fuerzas bajo el mando de Saceur (Comandante Supremo Aliado en Europa)".
El ministro español negó que se haya producido en los últimos dos años una mayor integración española en la OTAN. Por ejemplo, para Serra, la participación española, decidida recientemente en el NAMSO (agencia de adquisiciones y de mantenimiento de la OTAN, parte de la estructura civil), "no supone alteración alguna de nuestra posición" dibujada en diciembre de 1982. "No supone una mayor integración, pero sí una forma de sacar mayores beneficios de la situación en la que estamos, pues reduce el coste del mantenimiento de algunos sistemas para los tres Ejércitos. Sacamos ahora mucho más partido (de la OTAN) que el que sacábamos en diciembre de 1982% señaló Narcís Serra.
Uno de los grandes temas del CPD fue el desequilibrio en compra-venta de armas entro EE UU y Europa, desequilibrio en el cual, de los países de la OTAN, España sólo se ve superada por Portugal. Serra consideró que el acuerdo bilateral hispano-norteamericano obliga a "una contabilidad estricta" de este desequilibrio, que debe mejorar, aunque no haya que esperar resultados espectaculares a corto plazo.
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