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El M-19 garantiza que no romperá el alto el fuego

Antonio Caño

El máximo dirigente del grupo guerrillero colombiano Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), Iván Marino Ospina, garantizó ayer en Madrid que su organización "no tiene ninguna disposición de romper el alto el fuego" firmado el pasado mes de agosto con el Gobierno presidido por Belisario Betancur. Ospina, de 44 años de edad, sucesor del legendario guerrillero Jaime Bateman, descartó rotundamente los temores de ruptura del acuerdo de paz surgidos a raíz de la reciente detención de dos miembros del M-19, uno de ellos, Antonio Navarro, integrante de la comisión que negoció con el Gobierno.

"El M-19 sigue firme sosteniendo la bandera de la paz, porque tenemos vocación de paz, y en una reunión de la dirección nacional que acaba de realizarse, se decidió que ni siquiera los asaltos que el Ejército haga contra nuestras agrupaciones guerrilleras va a hacernos romper el alto fuego, porque vamos a mantener por encima de cualquier circunstancia el respeto del acuerdo".Iván Marino Ospina realiza actualmente una visita a varios países europeos, entre ellos España, en solicitud de apoyo internacional al acuerdo de paz firmado en Colombia.

El líder del M-19 aseguró que "el Ejército ya ha atacado en dos ocasiones a nuestras agrupaciones guerrilleras y ha obtenido la respuesta necesaria y ha habido muertos de ambas partes". No obstante, insistió en que esto no va a cambiar la posición del M-19. "Nosotros sostenemos ahora la frase de que firmar la paz es más fácil que sostenerla. Y sabemos que vamos a tener que obligar a vivir a ciertos sectores en democracia, los sectores más recalcitrantes del Ejército, que están torpedeando permanentemente los pasos de paz que el presidente Betancur y los grupos guerrilleros están dando en Colombia".

La condición puesta por el M-19 para firmar la paz es la apertura de un "diálogo nacional", fórmula con la que el grupo que se considera heredero del ideario bolivariano intenta integrar en los cauces políticos a sectores de la población tradicionalmente marginados en un país en el que la participación electoral no es superior al 30%.

"Hay diálogo nacional, se ha iniciado el diálogo nacional. En todo el país nuestros grupos guerrilleros están convocando a todos los estamentos sociales y participando en una amplia discusión sobre los problemas del país", afirma Ospina. "Hace dos meses firmamos un alto el fuego. Ahora organizamos un gran diálogo nacional que confrontará a todos los estamentos nacionales con el Gobierno para discutir la aguda crisis económica y social que vive Colombia, y como crisis de emergencia que es buscaremos soluciones de emergencia".

"Una vía distinta"

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"Hoy somos", agregó, "un laboratorio de una nueva experiencia que se vive en las luchas sociales en América Latina. Hemos iniciado una vía distinta, diferenciándonos del estilo con que llevábamos la lucha en los años sesenta. Hemos madurado bastante. Somos más objetivos, más realistas. Estamos trazando un camino original para las transformaciones que necesita Colombia".Como ejemplo de ese "diálogo nacional" al que, según él, se han sumado otros grupos guerrilleros, Ospina explica: "Nosotros estamos estacionados en una zona de grandes conflictos sociales. Allí convocamos a los dueños de las grandes haciendas, a los indígenas que han tomado por asalto 75.000 hectáreas de tierra, a los comerciantes, a los terratenientes. Y nos hemos entrevistado ya con grandes propietarios de fincas cafetaleras, ganaderas..."

"Esto tiene que concretarse", añade, "en una serie de propuestas concretas". "Belisario Betancur ha prometido que presentará un paquete de reformas al Parlamento, pero nosotros no queremos que esas propuestas se limiten al Parlamento. Me he entrevistado también con algunos militares colombianos. Como tendencia no se puede decir que haya una tendencia progresista, nacionalista. Los militares colombianos no están casados con la paz en Colombia".

Iván Marino Ospina cree que hay que buscar los medios para integrar en la economía legal colombiana a los capos del tráfico de cocaína. "Creemos que hay que buscar la fórmula de incorporar esos enormes capitales en manos de colombianos a la industria nacional. Belisario Betancur dio un paso para esa incorporación al conceder amnistía tributaría a los mafiosos, pero yo creo que hay que ir más allá, hay que darles facilidades para que vuelvan a su país con sus capitales, suspendan el tráfico y se dediquen a saturar de bienes materiales a nuestro pueblo".

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