Francisco Ayala: "La retórica del periodismo es un vehículo de ideas y de acción política"
El escritor granadino tomó posesión del sillón Z de la Real Academia Española
El escritor Francisco Ayala tomó en la tarde de ayer, domingo, posesión del sillón Z de la Real Academia Española, en un acto que presidió Pedro Laín Entralgo, director de la institución. Francisco Ayala sucede a Salvador Fernández Ramírez, lingüista y gramático fallecido en febrero de 1983. Los académicos Elena Quiroga y Juan Rof Carvallo intervinieron en la presentación del nuevo miembro. Ayala disertó sobre La retórica del periodismo, y afirmó que esta retórica es no sólo un vehículo de ideas, sino también de acción política. Contestó a Ayala, según el protocolo académico, el profesor Rafael Lapesa.
Francisco Ayala afirmó poco antes del comienzo del acto de su ingreso en la Academia de la Lengua que es para él "un honor un poco tardío", pero considera al mismo tiempo que este retraso se debe a las circunstancias de su propia vida y la reciente historia de España, que le mantuvo durante décadas en el exilio.El nuevo académico recordó, al inicio de su discurso, el estudio que preparaba su predecesor en el sillón Z de la casa, el gramático y lingüista Salvador Fernández Ramírez, sobre Ortega y Gasset, escritor, señalando que el filósofo madrileño es uno de los grandes maestros de nuestra lengua que por alguna razón no llegó a ingresar en la Real Academia Española.
En las páginas de ese estudio, Salvador Fernández destacó las consecuencias de la prosa de Ortega, quien "ha enseñado sobre todo a pensar cuando se escribe y a escribir bien cuando se piensa". Ayala señaló que el castellano que se escribe a partir de Ortega es diferente del anterior a él, cuyas peculiaridades estilísticas han llegado a entrar en el habla común y que ha sido usada de manera impropia por muchos de sus imitadores.
Las consecuencias de estas innovaciones estilísticas dieron pie a la reflexión que hizo Francisco Ayala en su discurso de ingreso la tarde de ayer titulado La retórica del periodismo. "Desde que la Prensa periódica existe, raro será el escritor que no haya tenido con ella relaciones más o menos continuas de trabajo profesional", afirmó Ayala.
Cura laica de almas
Recordó el escritor granadino, autor, entre docenas de libros, de sus memorias tituladas Recuerdos y olvidos, la breve etapa de su juventud en que trabajó en un periódico, para luego hacer unas precisiones destinadas a enmarcar "la relación básica que existe entre los grupos encargados de creación intelectual y las estructuras sociales burguesas".Tras hacer un breve recuento histórico de los orígenes del periodismo en la letra impresa, concluyó que en la época actual, correspondería a los intelectuales la función de iluminar las conciencias y orientar la conducta de la gente, tal como lo hizo la Iglesia en siglos anteriores.
"Parece a todas luces innegable", dijo Francisco Ayala, "que el instrumento de esta nueva y temida cura, laica de almas ejercida por los escritores según su libre saber y entender era la letra impresa".
Periodismo y democracia
"El periódico impreso empezó por ser un negocio de los talleres tipográficos, que con ocasión de las ferias publicaban para su venta hojas noticiosas relativas a un determinado suceso", prosiguió Francisco Ayala. "Pero, con todo, no deja de ser un negocio sui géneris como parte que es de la industria tipográfica, pues no sólo vende ideas, sino que, al hacerlo, se convierte en un órgano de opinión pública, es decir, un señaladísimo instrumento de acción política".Parlamento y Prensa son elementos indispensables, complementarios y coordinados en una democracia liberal. "Lo más próximo al discurso parlamentario en las páginas de una publicación impresa será el artículo sobre un asunto concreto de la actualidad política", continuó Ayala. "Las reglas retóricas de la oratoria parlamentaria, igual que las del periodismo combativo, están encaminadas a obtener resultados inmediatos". La diferencia entre ambas reside en que Ia eficacia del discurso se alcanza en comunicación viva y actual, mientras que la eficacia del texto escrito depende de la virtud del mero razonamiento".
Babelia
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