El Gobierno sandinista reparte armas a 20.000 jóvenes para defender al país de una eventual invasión

"Es preferible que se caiga el café antes de que se caiga la patria". Con esta frase, el ministro de Desarrollo Agropecuario de Nicaragua, Jaime Wheelock, uno de los nueve comandantes de la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional, anunciaba a 20.000 voluntarios, en la noche del jueves, en la plaza de la Revolución de la capital nicaragüense, que "tenéis que quedaros aquí para defender Managua". La militarización de estos 20.000 jóvenes, en principio destinados a viajar al interior del país para colaborar en la recogida de la cosecha de café, es la primera fase de la decisión del Gobierno nicaragüense de "armar a todo el pueblo de Managua" para hacer frente a lo que se considera inminente invasión de tropas norteamericanas.

Jaime Wheelock dijo a la multitud concentrada en el centro de Managua que el directorio del Frente Sandinista, reunido en sesión de urgencia el jueves por la noche, había decidido medidas internas para movilizar en armas al pueblo nicaragüense. El comandante sandinista manifestó que Nicaragua "es la trinchera que se va a convertir en un bastión y en una tumba para los interventores".La población de Managua vivió ayer momentos de alarma cuando, por segundo día consecutivo, se escuchó el estampido producido por un avión, supuestamente norteamericano, al romper la barrera del sonido.

"A partir de hoy, la orden que tienen los Batallones Estudiantiles de Producción es prepararse para la defensa de Managua", dijo Wheelock, quien anunció que los jóvenes han comenzado a recibir armas para ejercer la defensa militar de la capital. La orden fue recibida por los estudiantes con gritos de: "No pasarán" y "Aquí, allá, el yanqui morirá".

Wheelock dijo que la decisión de movilizar a los jóvenes antes destinados a la recolección del café fue tomada por los ministros de Defensa y del Interior, comandantes Humberto Ortega y Tomás Borge, respectivamente, y aseguró que el Frente Sandinista cuenta con 15.000 "férreos militantes" y con 800.000 activistas en las organizaciones del partido dispuestos a defender el país. El café es el principal producto de exportación de Nicaragua, cuyos ingresos en divisas para este año estaban previstos en torno a los 160 millones de dólares (más de 26.000 millones de pesetas).

El ministro de Asuntos Exteriores nicaragüense, Miguel d'Escote, anunció que su país ha pedido la convocatoria del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante la posibilidad de una intervención directa de Estados Unidos. D'Escoto declaró ayer que la situación que se está viviendo en su país es "extremadamente grave" y acusó a Estados Unidos de estar comportándose como "cualquier bandolero internacional".

La petición al Consejo de Seguridad de la ONU está firmada por los tres integrantes de la Junta de Gobierno, incluido el comandante Daniel Ortega, presidente electo de Nicaragua tras las elecciones del pasado 4 de noviembre, en las que obtuvo el 67% de los votos.

Derecho a defenderse

"Nicaragua", dice la nota enviada a la ONU, "defiende el derecho a defenderse y continuar dando cumplimiento a los planes generales que el Gobierno ha venido implementando para la defensa de la revolución". Asimismo reafirma "su derecho soberano e inalienable de tomar todas las medidas y adquirir los medios necesarios para garantizar la defensa de la patria frente a la injustificable y criminal agresión mercenaria y ante el riesgo de un ataque directo del Ejército norteamericano". La convocatoria del Consejo de Seguridad se produce tras dos protestas oficiales presentadas en las últimas 48 horas por Managua al de EE UU. La primera, por la violación de las aguas territoriales nicaragüenses por dos fragatas norteamericanas que siguieron a un buque soviético con un cargamento militar para Nicaragua.

Washington creyó en un principio que a bordo del barco de la URSS habían llegado el miércoles a Nicaragua aviones de combate Mig-21, por lo que advirtió severamente a Moscú y a Managua, dando lugar a un súbito aumento de la tensión entre Estados Unidos y Nicaragua. Fuentes oficiales sandinistas han comentado posteriormente que el cargamento del barco incluía "uno o dos helicópteros de combate".

La segunda protesta presentada por Miguel d'Escoto obedecía a la incursión en territorio nicaragüense de un avión espía norteamericano del tipo SR-71, que provocó el pánico entre la población de Managua, León y Masaya al romper en su recorrido la barrera del sonido.

En la nota, Nicaragua exigía el fin de "los actos de espionaje y de los planes para proceder a una intervención directa tras la reelección de Ronald Reagan".

El Gobierno sandinista ha anunciado que acompañará estas medidas de carácter diplomático con acciones prácticas para defender su territorio. Wheelock dijo ayer que los habitantes de las ciudades de León, al noroeste del país; de Rivas, al sur, y de Matagalpa y Jinotega, al norte, habían empezado ya a construir trincheras defensivas para hacer frente a un eventual ataque.