España proyecta un centro internacional de investigación sobre tecnología alimentaria

La Administración tiene en proyecto la creación en España de un centro internacional de referencia sobre ciencia y tecnología de la alimentación, que se integraría en una red de centros de investigación repartidos por toda Europa, según anunció ayer el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Enrique Trillas.Dicho centro podría instalarse en Valencia, aunque todavía no se ha decidido si dependerá del CSIC. El proyecto fue expuesto por la secretaria de Estado de Universidades, Carmina Virgili, en la reciente Conferencia Europea sobre Ciencia y Tecnología celebrada en París.

Enrique Trillas presentó ayer en el salón de Tecnoalimentaria que se celebra en la Feria de Barcelona el libro blanco sobre la investigación alimentaría en España, elaborado por el CSIC.

El libro del CSIC hace un balance de la investigación sobre tecnología alimentaría que se desarrolla en España, cuyo principal problema es, según este informe, la atomización de la estructura industrial española, formada por empresas con un bajo nivel de rentabilidad. Esta situación provoca una dificultad generalizada de invertir en investigación, lo cual impide alcanzar innovaciones tecnológicas propias.

Por otra parte, es escasa la demanda de programas de investigación por parte de las empresas privadas a los organismos públicos como El CSIC: únicamente el 4%. de los planes concertados en tecnología alimentaría que desarrolla el CSIC han sido solicitados por empresas del sector.

Esta situación hace que España ocupe un lugar muy poco destacado entre los países europeos en lo que a investigación alimentaría se refiere. Paradójicamente, el propio CSIC figura como el segundo organismo de Europa en cuanto al volumen de investigaciones, aventajado únicamente por la multinacional holandesa Unilever. El CSIC tiene en estos momentos 185 investigadores adscritos al área de investigación alimentaría.

La dispersión de la investigación, sin embargo, incide negativamente en los resultados, especialmente por falta de criterios unificados de trabajo. A ello se suma una cierta dificultad en el proceso de transferencia de resultados hacia el sector industrial.

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