El acta de Contadora, Nicaragua y El Salvador, temas de discusión en la toma de posesión del presidente panameño

La toma de posesión de Nicolás Ardito Barletta como nuevo presidente de Panamá se convirtió ayer en ocasión de encuentro de numerosos dirigentes políticos del continente americano, con las gestiones del Grupo de Contadora, las elecciones nicaragüenses y la guerra civil salvadoreña como telón de fondo. La palabra Contadora fue la más repetida ayer en el aeropuerto de la capital. panameña, donde el vice presidente de ese país, Carlos Ozores, se pasó ocho horas recibiendo a los invitados, entre ellos los presidentes de Colombia, Belisario Betancur, Costa Rica, Luis Alberto Monge, y Guatemala, Oscar Mejía Víctores; el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el miembro de la Junta de Nicaragua, Sergio Ramírez. España estuvo representada por el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Los asistentes mantendrán encuentros bilaterales.

El presidente costarricense anunció a su llegada que su país estaba dispuesto a firmar el Acta para la Paz y la Cooperación en Centroamérica propuesta por el Grupo de Contadora (Colombia, México, Panamá y Venezuela). En la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, su ministro de Asuntos Exteriores, Carlos José Gutiérrez, fue más explícito al hablar ante la 39ª Asamblea General, donde expresó su confianza de que el acta de Contadora pueda firmarse el próximo mes de noviembre.A este clima de esperanza contribuyó ayer Estados Unidos, después de haber criticado en los últimos días las carencias del documento de Contadora respecto a las medidas de verificación contempladas para que sean garantizados los acuerdos. Poco después de tomar tierra en Panamá, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, declaró que "en una región perturbada por los conflictos y la violencia es necesario demostrar que las negociaciones funcionan", en una clara alusión a los esfuerzos de paz de Contadora.

Shultz llegó ayer a México para analizar con el presidente mexicano, Miguel de la Madrid, la situación política en Centroamérica y el Acta de Paz de Contadora.

De esta manera, la labor del Grupo de Contadora parece entrar en su recta final. Los cuatro cancilleres se reunirán en Madrid el próximo día 17 de octubre, concluido ya el plazo para la presentación de enmiendas al acta, con el propósito de redactar un documento mejorado, sobre todo en sus apartados de defensa y sistemas de verificación. Ese texto deberá ser estudiado por los cinco países centroamericanos en una reunión prevista para el próximo día 19 en Tegucigalpa.

La reunión de la capital hondureña fue propuesta esta semana por el ministro de Asuntos Exteriores hondureño, Edgardo Paz Barnica, ante la Asamblea General de la ONU.

Las gestiones de Contadora caminan paralelas a las negociaciones para procurar que las elecciones convocadas en Nicaragua para el 4 de noviembre sirvan para la democratización de ese país. Sergio Ramírez insistió ayer en que no existe "ninguna posibilidad" de que la Coordinadora Democrática de Oposición (CDN) participe en los comicios. Por su parte, Arturo Cruz, candidato no inscrito de esa coalición, no descartó ayer la posibilidad de continuar el diálogo con el régimen de Managua.

Ramírez, con Shultz

No parece probable, sin embargo, que ese diálogo se reanude en Panamá, donde Cruz asiste también como invitado a la toma de posesión de Ardito Barletta. Sergio Ramírez anunció ayer que no tiene intención de entrevistarse con el dirigente de la oposición, aunque no descartó que lo hiciera con George Shultz. El presidente de la Inter nacional Socialista, Willy Brandt, presente ayer también en Panamá, está actuando en favor de un acuerdo entre Cruz y los sandinistas, y, con ese propó sito, visitará hoy Managua.

La consecución de un acuerdo entre el Gobierno sandinista y Arturo Cruz permitiría un alto el fuego -por parte de la guerrilla de la Fuerza Democrática Nicara guense, según ha manifestado su líder, Adolfo Calero. El máximo dirigente de la organización armada declaró a una agencia nor teamericana que "si los sandinistas y el CDN llegan a un acuerdo sobre las elecciones, la FDN ne gociaría un alto el fuego".E presidente colombiano, belisario Betancur, por su parte, podría aprovechar su estancia en Panamá para avnazar en su labor de mediación entre el presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, y la guerrilla de ese país, de cara a la reunión de ambas partes prevista para el próximo lunes en la localidad salvadoreña de La Palma. Betancur afirmó ayer que, posiblemente, se entrevistaría en Panamá con dirigentes guerrilleros.

El jefe del Estado colombiano declaró que, aunque siempre había tenido "vocación de paz", creía más acertado que fueran los salvadoreños los que hallaran solución a sus problemas, y recomendó al arzobispo de San Salvador, Arturo Rivera, para mediar en esas negociaciones.

El nuevo presidente de Panamá, Nicolás Ardito Barletta, manifestó ayer, tras tomar posesión de su cargo, que la conciliación nacional y la recuperación económica serán, los objetivos principales de su Gobierno, integrado por una mayoría de tecnócratas.