Nicaragua ofrece retrasar las elecciones si los 'contras' se retiran antes del día 25

El Gobierno sandinista sólo retrasaría la fecha de las elecciones en Nicaragua (previstas para el 4 de noviembre) en el caso de que los grupos alzados en armas accediesen a "retirarse a sus santuarios" antes del próximo día 25, según manifestó ayer a EL PAÍS en Madrid el comandante Carlos Núñez, presidente del Consejo de Estado nicaragüense, el principal órgano legislativo del país.

Si las organizaciones antisandinistas no aceptan esta última oferta del Gobierno de Managua, "no hay más posibilidad de retraso de la fecha electoral, las elecciones se celebrarán el 4 de noviembre y, lamentablemente para todos, no hay oportunidad ya para la inscripción de la Coordinadora Democrática Nicaragúense (CDN)".

Carlos Núñez, que se entrevistó ayer en Madrid con el vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, dijo que en el caso de que la oposición armada esté dispuesta a retirarse antes del día indicado, habría que iniciar "un nuevo proceso electoral" con fechas distintas a las previstas actualmente.

El comandante sandinista asegura que su Gobierno ha hecho todo lo que está en sus manos para conseguir la participación de la mayoría de los grupos políticos. "Nosotros no aceptamos que se nos diga que no se ha dado oportunidad a la Coordinadora". Carlos Núñez considera, sin embargo, que Arturo Cruz, el candidato de la CDN y el hombre con el que los sandinistas han estado negociando desde hace meses, "no es un intermediario de nadie, ni tiene fuerza, ni representa a sus supuestos amigos, ni ha resuelto las contradicciones en la Coordinadora".

En cualquier caso, Carlos Núñez no está dispuesto a admitir que los comicios del 4 de noviembre queden ilegitimados por la ausencia de la CDN. "La legitimidad de las elecciones no está condicionada por la participación de la Coordinadora. No puede otorgar legitimidad un bloque que pide la abstención".

EE UU se quita el antifaz

El presidente del Consejo de Estado nicaragüense cree que las objeciones al acta de Contadora de la Administración norteamericana significan que "EE UU se ha quitado el antifaz de supuesto negociador por la paz". Los otros cuatro países centroamericanos que deberían firmar el acta de Contadora, Guatemala, Honduras, Coste. Rica y El Salvador (algunos de los cuales habían anteriormente aceptado el contenido del documento de paz), se sumaron inmediatamente a las críticas de Washington. Con ello, según el comandante Núñez, "ha quedado dolorosamente demostrado que EE UU tuvo que recurrir a la presión, disgustado por la reunión de San José". En la capital costarricense se reunieron la pasada semana los cancilleres centroamericanos y de Contadora con sus colegas de la CEE, España y Portugal. Iniciar las negociaciones para la elaboración de otro acta de paz "serviría a EE UU para darle la puntilla a Contadora", que, según Carlos Núñez, es "lo que quiere Washington".

El comandante sandinista insiste en que su país acepta "en su totalidad el acta de Contadora", que considera como "la única manera de que no se deteriore más la situación en Centroamérica. "Ahora no es el momento de decir qué cosas nos gustan y cuáles no nos gustan. Creemos que es necesario que se apruebe tal y como está, aunque a nosotros nos perjudique también en algunas cosas. Por ejemplo, es un sacrifico para nosotros la salida de los asesores extranjeros. Es un sacrificio como Estado nuevo, con unas fuerzas armadas que son fundamentalmente fuerzas de defensa".

Carlos Núñez confía en que, tras su visita a España, el Gobierno de Felipe González "mantenga los lazos políticos que tradicionalmente han unido a los dos países". "El compañera Felipe González es un personaje conocido que se ha caracterizado por la solidaridad con Nicaragua.

El hecho de que pueda haber expresado algunas opiniones con las que podamos no estar de acuerdo no significa que pensemos en borrar la imagen de España y de su presidente en nuestro país".