El FORPPA propone autorizar las importaciones de pollos congelados

El comité ejecutivo y financiero del Fondo de Ordenación y Regulación de Producciones y Precios Agrarios (FORPPA) ha elevado al Gobierno una moción por la que se solicita autorizar las importaciones de pollos congelados. La finalidad de esta propuesta es tratar de que bajen los precios de la carne de pollo fresco, muy elevados desde hace más de dos meses, lo que influye desfavorablemente en la evolución del índice de precios al consumo.El FORPPA propone la reducción del impuesto de compensación de gravámenes interiores (ICGI) en las posibles importaciones de pollo, tanto fresco como congelado, y que ese arancel pase del 9% actual a un 1%, informa el Ministerio de Agricultura. Esta propuesta prevé la importación de tres millones de kilogramos de pollo congelado en una primera etapa, ampliable posteriormente según la evolución del mercado.

Bajar los precios

Esta medida, que se añade a la liberalización de las importaciones de pollos frescos durante los meses de agosto y septiembre, pretende situar los precios de pollo en el mercado interior en un nivel aceptable. La Administración reconoce que esa liberalización de las importaciones de pollos frescos ha tenido escasa efectividad, debido, explica, "a los elevados precios de la carne de pollo fresco en los países suministradores tradicionales, Francia y Portugal, que han hecho poco atractivas las importaciones para los operadores comerciales españoles".Hasta la fecha, el precio del pollo se ha mantenido, a pesar de las reuniones que el FORPPA ha celebrado con los responsables del sector, tendentes a conseguir que éstos adoptasen unas medidas que de alguna manera hicieran flexionar los precios. Las tensiones alcistas -afirma Agricultura- se han acentuado últimamente, transmitiendo sus efectos a toda la cadena del ciclo productivo, de forma que, de no adoptarse medidas apropiadas, el perjuicio ocasionado al propio sector podría ser mayor.

Fuentes del sector consultadas por Comtelsa opinaron que una posible importación de pollos congelados tendría escasos efectos, pues las preferencias de los consumidores están claramente centradas en el pollo fresco.